REPORTAJE – En esta ciudad cosmopolita, las comunidades viven en armonía. Para los cristianos, prepararse para la Navidad es una forma de combatir la desesperación.
Enviado especial a Haifa
Tienes que ir a Haifa para ver las decoraciones navideñas. No hay ninguno en la Ciudad Vieja de Jerusalén. A pesar del consentimiento del Patriarcado latino, es decir del obispado católico, las calles del barrio cristiano no están iluminadas por segundo año consecutivo: por temor a ofender la sensibilidad de otras comunidades durante este período de guerra.
En Haifa, por el contrario, las iglesias católica melquita, ortodoxa griega y maronita están cubiertas de guirnaldas y luces. Un gran abeto adorna el patio de la parroquia maronita de Saint-Louis. En el interior hay un belén y paquetes de regalo. « Para nosotros, cristianos orientales estos símbolos tienen un significado espiritual. Es una declaración de fe, para mostrar que donde hay oscuridad, podemos llevar luz. », explica el padre Youssef Yacoub, párroco.
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