Cuando el cambio climático pone en peligro el patrimonio. Mientras continúa la COP 29 en Bakú, en el desierto de Gobi, en el norte de China, el cambio climático está provocando un aumento de los fenómenos meteorológicos extremos. Las tormentas de arena ponen en grave peligro un antiguo patrimonio: las cuevas de Mogao, excavadas en la roca por monjes desde el siglo IV. Un sitio de valor incalculable que las autoridades chinas están intentando proteger.
Las puertas de Mogao se abren, como cada mañana, para dejar entrar a los turistas. Es uno de los sitios más visitados de China, con alrededor de 1,5 millones de visitantes al año. Aquí venimos a admirar más de 700 cuevas excavadas en la roca por monjes budistas, desde el año 366 d.C. Este lugar de peregrinación, en la antigua Ruta de la Seda, sobrevive desde hace casi 2.000 años, pero hoy está amenazado por tormentas de arena cada vez más numerosas y fuertes.
La arena ataca los murales y budas gigantes del interior de las cuevas. Hubo que reforzar la protección, explica Zhang Zhenmo, uno de los responsables del sitio: “Cuando llega la tormenta de arena, cerramos las cuevas. Hemos instalado un sistema de protección contra el viento que reduce los efectos de las tormentas en un 80%. Luchamos contra el polvo fino que entra en las cuevas, cubre las estatuas de Buda y provoca su erosión.”
Los visitantes también son conscientes de esta nueva amenaza. “Debemos proteger el medio ambienteasegura un visitante. Si el clima continúa así, habrá un impacto negativo en las estatuas y murales. Esto no favorecerá la conservación de las piezas arqueológicas y, sobre todo, los colores se dañarán muy rápidamente.”
“Nuestros antepasados vivieron aquí y el clima era favorable, pero debido a la desertificación, debemos hacer todo lo posible para proteger este patrimonio. A las condiciones climáticas extremas, no todas las piezas podrán adaptarse”. añade un visitante. Tormentas de arena, pero también inundaciones, amenazan ahora a las cuevas de Mogao y a sus Budas.
Con el cambio climático, esta parte del desierto de Gobi se enfrenta a un nuevo fenómeno de precipitaciones muy intensas en cortos periodos de tiempo. También en este caso fue necesario instalar un sistema de protección para evitar que las cuevas acabaran bajo el agua.