Para el evento, Viktor Orban eligió el Puskas Arena, el gran estadio que lleva el nombre del legendario jugador de fútbol Ferenc Puskas (1927-2006), que este apasionado del fútbol hizo construir recientemente en Budapest. El jueves 7 de noviembre, el Primer Ministro húngaro recibió a cuarenta y dos Jefes de Estado y de Gobierno europeos, incluidos sus homólogos de la Unión Europea (UE), con motivo de la cumbre de la Comunidad Política Europea (CPE).
Tras la gran victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales estadounidenses y la caída de la coalición de Olaf Scholz en Alemania, la mayoría de los líderes presentes en Budapest tenían motivos para estar preocupados. Sobre todo porque, como lo resume un alto funcionario europeo, “No hay ningún tercer país que divida más a los europeos que Estados Unidos”. Atrapado en la crisis política alemana, Scholz no estuvo presente en la cumbre del CPE del jueves y no regresó a Budapest hasta el Consejo Europeo por la tarde.
En el entorno del presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, también temíamos las provocaciones de Viktor Orban, que apoyó fervientemente al candidato republicano y muchos de cuyos partidarios celebraron la caída de la coalición alemana, que consideraban demasiado izquierdista. Pero el líder húngaro finalmente hizo gala de sobriedad, ante la mirada risueña de Edi Rama, el primer ministro albanés, que se divirtió al ver “Toda Europa reunida en el redil de su oveja negra”.
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En su discurso de apertura, Viktor Orban ni siquiera mencionó el nombre de su «amigo» Donald Trump. “El futuro de nuestros vínculos con Estados Unidos es un aspecto esencial de la arquitectura de seguridad europea”formuló cortésmente el primer ministro húngaro. “Hablaremos de cómo fortalecer nuestra autonomía estratégica », añadió incluso, retomando una idea querida por Emmanuel Macron.
“Necesitamos examinar si vemos los desafíos que tenemos ante nosotros de la misma manera y si buscamos respuestas en direcciones similares”Sin embargo, se le escapó a Orban, quien desde el inicio de la guerra en Ucrania ha mostrado su cercanía al presidente Vladimir Putin. Detrás de su visión de“autonomía estratégica” no sólo quiere que Europa se libere de los intereses estadounidenses, sino también que se acerque a los de China y Rusia.
Se constructivo
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