(La Habana) Cuba se prepara para la llegada del huracán rafaelque llegará a la isla el miércoles, en un momento en el que el país apenas se está recuperando de un gigantesco apagón eléctrico y del paso deÓscar que dejó ocho muertos.
Actualizado ayer a las 21:18.
Jordane Bertrand
Agencia France-Presse
« rafael se ha convertido en un huracán con vientos máximos sostenidos de cerca de 120 km/h (75 mph), anunció el martes el Centro de Huracanes de Estados Unidos (NHC).
El centro del huracán se encuentra a 32 kilómetros al sureste de la isla de Pequeño Caimán en el Mar Caribe, añadió la agencia estadounidense.
Más temprano, el NHC advirtió que la tormenta tropical, que se dirige hacia el oeste de Cuba, podría convertirse en un huracán de categoría 1 (sobre 5), o incluso superior, en la escala Saffir-Simpson. Ante la amenaza, las autoridades cubanas han aumentado los llamados a la vigilancia y a medidas preventivas “para proteger a la población y salvaguardar los recursos materiales”.
Nueve provincias (de las quince que tiene el país), ubicadas en el oeste y centro de la isla, incluida la de La Habana, han sido puestas en “alerta ciclónica”.
La presidencia cubana indicó el martes por la tarde que había sido “activado” el “Consejo de Defensa Nacional”, integrado por militares. “En situaciones excepcionales y de desastre, el Consejo de Defensa Nacional dirige el país y asume las competencias correspondientes a los órganos del Estado, con excepción del poder constituyente”, añadió.
“No quedará nada”
Defensa Civil pidió el martes acelerar los esfuerzos de prevención, incluida la evacuación de poblaciones vulnerables, ya que el huracán podría tener consecuencias en toda la isla.
Según medios locales, al menos 70.000 cubanos han sido evacuados hasta la fecha en varias provincias del país, incluidos más de 66.000 en Guantánamo (este), la provincia más afectada por el huracán. Óscary donde la lluvia continuó cayendo esta semana, saturando el suelo de agua.
En La Habana, donde viven dos millones de habitantes, brigadas de trabajadores realizaron este martes el drenaje de alcantarillas, la recogida de residuos, la poda de árboles, así como la neutralización de gasolineras y incendios ubicados en zonas inundables. la capital.
En el pueblo de Alquízar, situado a unos cincuenta kilómetros al suroeste de la capital, Liset Herrera, de 57 años, se queja de no haber “pudo ver las noticias porque no hay electricidad”. “Pero por lo que vi por teléfono, [l’ouragan] “Se está acercando a aquí”, explica, y teme que después de su paso “no quede nada aquí”.
Más al sur, en el pueblo costero de Ganimar, Marisol Valle, una campesina de 63 años, vino a recoger algunas cosas. “Por lo que veo, no hay un alma” en el pueblo donde fueron evacuados los habitantes. “Nadie se quedó”, señala.
Hace dos semanas Cuba ya había sido azotada por el huracán Óscarcategoría 1, que azotó el extremo este de la isla el 20 de octubre antes de transformarse en tormenta tropical.
Graves inundaciones sorprendieron a los habitantes de dos localidades de Guantánamo, San Antonio del Sur e Imías, donde murieron ocho personas.
Óscar ocurrió mientras la isla sufría un apagón general. Durante cuatro días, los 10 millones de habitantes de la isla se quedaron sin electricidad debido a un gigantesco apagón que se produjo el 18 de octubre tras la escasez de combustible y una avería en la principal central eléctrica del país.
El jueves, el ministro de Energía y Minas, Vicente de la O Levy, reconoció que la situación del sistema eléctrico seguía “tensa” en la isla. Desde el gigantesco apagón, el país ha sufrido numerosos cortes de energía debido a los déficits crónicos de producción eléctrica.
En septiembre de 2022, la isla ya había experimentado un corte de energía generalizado después de que el huracán Ian azotara el oeste de la isla.
Cuba se enfrenta a su peor crisis económica en treinta años. Los cortes de energía se ven agravados por la escasez de alimentos, medicinas, combustible y una inflación galopante.