Gisella Cardia, una siciliana que reúne a cientos de fieles en lo alto de una colina en Roma el día 3 de cada mes, dice que su Virgen llora sangre, y que puede multiplicar pizzas y ñoquis. La Iglesia le prohibió celebrar su oración mensual. Con LéNA, descubra lo mejor del periodismo europeo.
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Publicado el 25/04/2024 a las 11:00
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contraAlgunas historias encarnan la identidad de todo un país. O, al menos, un concentrado de su parte más extravagante. A orillas del lago Bracciano, en las afueras de Roma, una escena tan surrealista como magnética se repite el día 3 de cada mes, alimentada por supuestos fenómenos sobrenaturales, clarividentes, obispos y muchas horas de hora estelar en la televisión. La siciliana Gisella Cardia, de 54 años, cuyo verdadero nombre es Maria Giuseppe Scarpulla, reúne a cientos de fieles para rezar a la Virgen.
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