Una violenta tormenta de nieve azota el centro del país.

Miles de toneladas de nieve caen por una pendiente a más de 100 km/h y caen sobre una carretera. Afortunadamente no hubo víctimas, pero la carretera tuvo que estar cortada durante varias horas, lo que provocó una fila interminable de coches detenidos. Esta es una de las consecuencias de la impresionante tormenta de nieve que azota el centro de Estados Unidos desde el sábado 4 de enero. En Kansas, las autoridades ya han contado más de 50 choques en cadena y piden a los residentes que limiten sus desplazamientos.

Nieve, ventisca, hielo, los elementos se desataron, paralizando gran parte del país. Una cincuentena de aeropuertos se ven afectados. Más de 60 millones de estadounidenses se encuentran en el camino de la tormenta, que se extiende 1.400 millas de oeste a este. Los estados que aún se salvaron se están preparando. Las operaciones de salazón se aceleran, los residentes se abastecen y anticipan los grandes cortes de energía anunciados. Varios estados ya han declarado el estado de emergencia ante esta tormenta que, según los especialistas, podría ser la más intensa que ha vivido Estados Unidos en diez años.

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