Este jueves en las calles de Lyon, numerosos funcionarios mostraron su descontento con las medidas propuestas por el ahora dimitido ministro Guillaume Kasbarian para ahorrar.
Había muchos de ellos en las calles de Lyon. A petición de casi todos los sindicatos, agentes del sector público se manifestaron en toda Francia este jueves 5 de diciembre. En la capital de la Galia, había cerca de 3.500, según la prefectura del Ródano, y 6.000, según los sindicatos.
Todos se han unido para denunciar las reformas previstas por Guillaume Kasbarian, ministro dimisionario de la Función Pública, para ahorrar. En particular, la medida deseada de tres días de espera no remunerados por baja por enfermedad.
“No podemos permitir que un bombero venga a trabajar enfermo porque se negaría a perder dinero”, lamenta Manuel, bombero de Isère, ante el micrófono de BFM Lyon.
“No es por pereza”
Para él, esto pondría en peligro a muchas personas. “Este bombero puede contaminar a sus compañeros y a las víctimas”, añade.
Más adelante en la procesión, Souria, profesora de inglés en el instituto de formación profesional Louise-Labé, también lamenta la medida. “Tengo una infección de larga duración. A veces no tengo más remedio que parar. No es por pereza o por comodidad”, afirma a su vez.
En toda Francia, 200.000 manifestantes marcharon por las calles, según la CGT. Las autoridades cifran la cifra en 130.000.
Marie-Lys Pariot con Martin Regley
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