El XV francés jugó para asustarse contra Nueva Zelanda, pero animados por una defensa heroica, los hombres de Fabien Galthié consiguieron su tercer éxito consecutivo contra los All Blacks. Por primera vez desde los años 90.
Nunca dos sin tres
Esta generación del XV de Francia ya casi no teme a los All Blacks. Este sábado, los Blues lograron su tercer éxito consecutivo contra los neozelandeses. Para encontrar las huellas de una serie así, hay que remontarse a los años 90. En aquella época, los compañeros del capitán Philippe Saint-André consiguieron dos victorias durante su gira de 1994 en el país de la larga nube blanca, la primera en el país. 26 de junio del 94, con un marcador de 8 a 22 para Francia. Y el segundo ocho días después, al final de un partido más cerrado que acabó con un 23 a 20 para los de Emile Ntamack. Finalmente los franceses ganaron su tercer partido en 1995, con un breve cabezazo 22 a 15 en Toulouse. En 2025, nuestros tricolores podrán dar el pase de cuatro, algo que nunca había sucedido en toda la historia de los Blues. Para eso, irá a Nueva Zelanda, durante la próxima gira de verano.
Un compromiso constante
La tierra tembló este sábado en Saint-Denis, ya que los choques fueron impresionantes y las defensas dejaron huella en sus oponentes. En este partido, fue Francia quien salió victoriosa. Los blues se vieron privados del balón la mayor parte del tiempo (61% de posesión para los All Blacks) y aunque sufrieron, ya que en total los neozelandeses recorrieron 450 metros tras las colisiones, los franceses y sus 208 intentos de entrada ( 34 fallados) cerraron los huecos que se podían haber abierto. Los socios de Antoine Dupont también pudieron contar con su eficacia en el ámbito de la marca. En total, el XV de Francia entró ocho veces entre los 22 contrarios para salir con una media de 3 puntos cada vez.
Sectores que todavía tienen margen de mejora
Si la defensa es la gran satisfacción de la noche, otros sectores del juego fueron más difíciles durante esta victoria. Especialmente en el plano ofensivo, y más precisamente en los rucks, los compañeros de Ardie Savea presionaron a los blues, como se analiza Antoine Dupont al micrófono de TF1 tras la reunión. “Tenía mucha presión en los rucks, por lo que tuve dificultades para establecer el ritmo que quería.”, concede el capitán del XV de Francia. Las palabras del medio scrum se ven confirmadas por las cifras: durante todo el partido, los franceses perdieron siete reagrupamientos terrestres de los 75 que tuvieron que hacer. Los lanzamientos también fueron imprecisos, sobre todo en el primer tiempo, donde perdieron tres toques en su lanzamiento.
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