lEl flamante Ministro de Justicia no perdió el tiempo. Fiel a su método, enseñado por su maestro Nicolas Sarkozy, imprime rápida y ruidosamente. Apenas nombrado, salió al campo el día de Navidad (asegurándose así de ser el único en “ser” noticia) y, al día siguiente, pronunció anuncios contundentes: con él, las cárceles iban a ser “limpiadas”. (de su tráfico gracias a los teléfonos móviles) y las mujeres, mejor protegidas (cuando son víctimas de violencia sexual agravada).
El microcosmos, atónito, se quedó mudo. Mientras el gobierno lucha por ponerse en marcha y sólo tiene una cita para un primer consejo de ministros el 3 de enero, Gérald Darmanin ya está avanzando, y con gran ruido. Sobre temas que preocupan mucho a los franceses… y…
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