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Netflix ha lanzado el tráiler completo de Emilia Pérez de Jacques Audiard. Es una película extraña, ligera en la trama pero rica en ideología. Para un cierto segmento de la población es “todo, en todas partes y al mismo tiempo”. No la película sino el concepto. Sin embargo, pondría esta película en la misma categoría, como un híbrido de esta vida loca que todos vivimos con todo lo que nos llega en línea, tratando de darle sentido a todo. Es una lucha loca y no tradicional en su narración. Me imagino que si te gustó Todo, en todas partes te gustará Emilia Pérez, y eso la convierte en una formidable candidata al Oscar.
El tráiler es excelente. Para mí es mejor que la película. Pero soy minoría en ese sentido. A todos los demás parece encantarles.
La pregunta que tenemos que hacernos es la siguiente: ¿está finalmente la Academia lista para darle a Netflix lo que ha codiciado durante años: Mejor Película? Dijeron no a ROMA, no a Mank, no a El poder del perro. ¿Le dirán que sí a Emilia Pérez?
Puedo pensar en algunas razones por las que lo harían. Empecemos por lo más obvio. Es un año electoral y esta película hace historia. Incluso si Trump gana, podría haber un impulso emocional para la película, pero incluso si gana Harris.
La otra razón es, simplemente, que el cine perdió y Netflix ganó. No me alegra decirlo, pero también he vivido la caída de las librerías y las tiendas de discos, de los discos láser y de las cadenas de televisión. Nada dura para siempre y probablemente haya llegado el momento de que los Oscar y la carrera por los Oscar ya lo den por vencido y ocupen su lugar en los cómodos brazos del streaming. No hay preocupaciones sobre los ratings, no hay preocupaciones sobre la taquilla, no hay preocupaciones sobre el atractivo más amplio, no hay presión para lograr que los votantes vean películas en la “pantalla grande”.
Estas no son las razones por las que la gente ha estado negando las victorias de Netflix. Hay un estigma permanente asociado a la marca Netflix que, creo, les impide apretar el gatillo. Apple, por ejemplo, se convirtió en el primer transmisor en ganar Mejor Película incluso después de todos esos años en los que Netflix invirtió en el museo de la Academia, gastó generosamente en fiestas y anuncios, convirtiéndose en uno de los principales actores tanto de la política como de Hollywood; parecía estar fuera de su alcance.
Una vez le dije a un publicista de Netflix que deberían quitar la “N” en sus anuncios de los Oscar. Pero ellos no querían hacer eso y fui estúpido al pensar que alguna vez lo harían. El objetivo de ganar un Oscar es mejorar su marca, entonces ¿por qué querrían eliminarla?
En cualquier caso, ¿podrá Emilia Pérez llegar hasta el final? Ya estará ganando en Película Internacional pero Parasite logró ambas cosas. Este es el tipo de película que a los actores no sólo les encantará, sino que también les encantará mostrar que les encanta. Esto también podría aterrizar en el espacio CODA por “hacer historia”. Podría ser la película de la “ovación de pie” en los premios SAG. Tiene mucho que ofrecer de cara a la carrera.
