Silencio de radio. Según un especialista de la familia real británica, Carlos III ya no responde a las llamadas ni a las cartas de su hijo Harry. Columnista del “Daily Mail” y cercano al rey, Robert Hardman ha publicado toda una serie de libros dedicados a la monarquía británica. Una versión actualizada de su último trabajo, titulado “Carlos III: Nuevo Rey. Nuevo patio. Detrás de escena” saldrá en los próximos días. En particular, nos enteramos de que el entorno del monarca le instó a cortar temporalmente los vínculos con su hijo menor para preservar su salud.
Durante sus últimas visitas al Reino Unido, el príncipe Harry no vio a su padre, salvo una visita exprés en febrero. Una distancia que sorprendió a muchos británicos y provocó que se derramara mucha tinta. Robert Hardman le dice a Fox News: “En este momento, sentimos que sólo necesitamos mantener bajo el estrés del rey. No queremos que tenga que preocuparse más. Tenemos la sensación de que ahora no es el momento”. El autor, sin embargo, cree que Carlos III tiene el deseo de “normalizar las cosas” con Harry, a su debido tiempo.
En la versión actualizada de su libro, Hardman explica que el culebrón en torno a la seguridad de Harry y Meghan en suelo británico ha aumentado las tensiones entre la pareja y el rey. Como recordatorio, el duque de Sussex creía que la policía debería garantizar sistemáticamente su seguridad cuando visitara el Reino Unido. La justicia británica falló en su contra. El rey habría vivido muy mal este episodio, sintiendo que se pondría en “peligro legal” si intervenía a favor de su hijo.
Robert Hardman también revela que Carlos III finalmente renunció a la asignación de “un millón de libras esterlinas al año” que pagaba a su hermano Andrew, implicado en el asunto Epstein. “El duque ya no es una carga financiera para el rey”, afirma una fuente citada por el periódico “Sun”. Andrew no ha recibido ningún ingreso desde que se reveló su participación en el escándalo sexual infantil. De mala gana, su hermano mayor siguió pagando su seguridad y le dio una generosa asignación. Se acabó.
Según los informes, el rey le ha dejado a Andrew dos opciones: o encuentra una manera de pagar él mismo su seguridad y sus sirvientes, o se muda a un alojamiento “más adecuado”, como Frogmore Cottage, la antigua casa de Meghan y Harry. Actualmente, se dice que el duque de York vive con su ex esposa Sarah Ferguson y se niega categóricamente a vivir en Frogmore Cottage.