grano de arena –
El director Claude Baechtold primero filma y luego piensa
El estreno en las salas francófonas del documental “Riverboom” es una oportunidad para saludar la originalidad de la obra de su autor, un artista exaltado.
Crónico Publicado hoy a las 8:37 am.
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Claude Baechtold dice que es un artista que primero actúa y luego piensa. En 2002, no supo por qué se metió en el equipaje del periodista Serge Michel y del fotógrafo de guerra Paolo Woods, que habían ido a hacer una serie de reportajes a Afganistán, entonces supuestamente liberado por Estados Unidos. En aquel momento, este treintañero (nacido en 1972) todavía se buscaba a sí mismo. Recientemente se graduó en diseño gráfico en la École cantonale d’art de Lausanne, ya hace algo de fotografía y acaba de perder a sus padres.
En el momento de su partida, Claude Baechtold no tenía idea de que este viaje cambiaría su vida. Nada más aterrizar en Kabul, completó su equipamiento adquiriendo una videocámara. Con su cámara en una mano, su compacta cámara de película en la otra, el treintañero ametrallará todo lo que pase ante él, durante sus más de cuarenta días de peregrinación. Inmortaliza así las zanahorias, los rostros de los niños, las barbas de los ancianos, los postes eléctricos, los tanques soviéticos, los taxis, los burkas, el desierto. El compulsivo trae a Suiza una colección de imágenes fijas (6.500) y animadas (cuarenta horas) en color.
«Auge del río»
En el momento de las tomas, el Vaudois original era muy consciente del potencial del material. Una vez en casa, se da cuenta de su excelencia. Y decide promoverlo: así le dedicará buena parte de su tiempo – el tambien hace periodismo – durante los veinte años siguientes. Primero publicando la serie de fotografías en Éditions Riverboom, nombre de una casa que cocreó en 2006 en homenaje a un río homónimo cruzado en Afganistán. Estos libros ilustrados juegan con la multiplicación, la comparación y la ampliación. Una obra fotográfica única en su género.
Claude Baechtold pensó que había perdido las cintas de la videocámara para siempre. En 2020 los encontró por casualidad y decidió explotarlos. Está montando un documental llamado… “Riverboom”. La película se estrena actualmente en los cines de habla francesa. Una oportunidad para ver los múltiples talentos de este director-fotógrafo que, una vez más, se supera e innova. Su largometraje es un gran cine, premiado en varios festivales: una proeza técnica, dadas las rudimentarias condiciones de rodaje. El resultado es al mismo tiempo público en general, informativo, íntimo, divertido y emocionante. El autor dice que ha entrado en el mundo de la pantalla grande y tiene intención de quedarse allí. Está preparando un segundo proyecto.
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