La lluvia no acompañó el evento. A pesar de las pocas gotas que cayeron por la mañana, los aficionados al cómic estaban presentes, plantados frente a las tiendas de los dibujantes, esperando pacientemente encontrarse con aquellos cuyas plumas dan vida a sus héroes favoritos.
Lo que hace especial a este festival, lejos de ser una feria del libro entre muchas otras, es su lado “humano y artesanal”, afirma Raphaël Vannelle, el organizador del festival, también propietario de la destilería Blachère, que produce el famoso Pac. “Quiero que esto siga siendo un evento a escala humana donde los fanáticos de los cómics puedan venir y tomarse el tiempo para interactuar con los artistas.“, continúa. Para ello, el número de autores invitados se limita a 8. “Debe haber algunos nombres conocidos, uno o dos titulares, luego autores que se dirigen menos al público en general pero más a los aficionados.“, se justifica.
Jim para adultos y Lucky Luke para niños
Como cabeza de cartel, el célebre Achdé firmó las aventuras del vaquero que dispara más rápido que su sombra, Lucky Luke. Para los adultos, el autor Jim presentó sus cómics más maduros con personajes a menudo femeninos. Franck Bonnet e Isabelle Charly, Chrys Millien, Jacques Terpant, Olivier Berlion y Jean-Charles Kraehn & Patricia Jambers también estuvieron presentes con sus álbumes emblemáticos.
El festival es también el momento para que los organizadores presenten el pueblo de Châteauneuf a los autores, a través de sus especialidades. “Contamos con viticultores asociados y tras el festival se organiza una visita de degustación en Ogier.“, explica Raphaël Vannelle.
El año que viene espera poder traer al diseñador de Boule & Bill y no descarta recibir a un americano”,que trabaja para Marvel o DC Comics“.
