París – El dinamismo demostrado en Francia por los actores culturales de la diáspora marroquí al servicio del acercamiento entre los dos países es motivo de orgullo, subraya el escritor marroquí Zineb Mekouar.
“Existe realmente un dinamismo en todos los ámbitos de la cultura: música, cine, literatura, teatro… Esto demuestra un deseo, casi inconsciente, de mostrar la vida, un impulso por la vida”, se alegra, en una entrevista a la MAP, el joven novelista. que, a sus 33 años, ya empieza a dejar su huella en el panorama cultural francés con dos trabajos de éxito.
Para el autor de “La gallina y su comino” (JC Lattès, 2022) y “Recuerden las abejas” (Gallimard, 2024), la contribución cultural de la diáspora marroquí y también de los franco-marroquíes es de capital importancia para el mejoramiento mutuo. comprensión, sobre todo porque “son, por su propia existencia, la prueba de que estamos lejos de los clichés que a veces escuchamos y de que la convivencia es posible”.
A este nivel, la cultura aparece, a sus ojos, “un medio más que necesario, casi vital porque nos dirigimos a las personas directamente, de manera íntima”.
“Es que a través de la literatura, la novela, el cine, el teatro, hablamos tanto a la cabeza como a la mente, pero también al corazón”, explica, creyendo que, a través de sus creaciones, estos actores de la vida cultural propagan los valores de la tolerancia. diversidad y convivencia.
De hecho, explica, “a través de la diversidad de las historias contadas, los novelistas y los actores culturales en general representan la complejidad de nuestra humanidad y evitan el peligro de la historia única, a menudo impuesta y necesariamente truncada”.
Como escritor, Zineb Mekouar cita el caso de la creación literaria, destacando en particular los beneficios de la lectura en términos de apertura a los demás.
“Cuando leemos un libro nos damos cuenta de que sea cual sea la época y el país en el que nos encontremos, la experiencia es la misma, vivimos y sentimos lo mismo, nos apegamos a los personajes. De hecho, nos damos cuenta de que todo este arresto domiciliario es demoledor y eso es lo que a mí personalmente me interesa en la creación literaria”, afirma quien asume la “escritura comprometida” en sus novelas.
En cuanto a las relaciones franco-marroquíes, afirma que “con Francia tenemos una cultura y una relación muy estrechas, llevadas tanto por los franco-marroquíes y la diáspora marroquí como por los franceses que viven en Marruecos”, insistiendo en la contribución de la literatura para recorrer la complejidad de esta relación a los ojos de quienes aún desconocen la realidad de los vínculos franco-marroquíes y la historia de Marruecos.
Según ella, este esfuerzo es tanto más importante hoy que “Marruecos se está consolidando como una potencia africana y existe una relación de igualdad con Francia”.
Zineb Mekouar se alegra de comprobar a este respecto que “las cosas están cambiando, sobre todo en el arte, la cultura y el cine, que muestran realidades y complejidades sin juzgar”. Con este espíritu escribe sus novelas, que son muy bien recibidas en Francia.