RESUMEN
Se necesita algo más que un comienzo desastroso y un “muro rojo” de aficionados albaneses entusiasmados para hacer dudar a Italia: los actuales campeones de Europa, perdiendo después de 23 segundos de juego, dominaron a Albania por 2 a 1, el sábado en Dortmund.
Tres años después de su inesperada coronación en Wembley, la Nacionalque apenas se clasificó para defender su título en Alemania, se asustó durante unos diez minutos antes de dominar fácilmente a una deslucida Albania.
Italia no podría haber tenido un peor comienzo en la Eurocopa 2024.
Encajó en la segunda acción del partido el gol más rápido de la historia en una fase final de una Eurocopa tras un error garrafal de Federico Dimarco.
El defensa del Inter de Milán, en un toque demasiado débil hacia Alessandro Bastoni, lanzó idealmente hacia la portería de su equipo Nedim Bajrami que, con un violento disparo al primer palo, engañó a Gianluigi Donnarumma.
El delantero del Sassuolo, uno de los cinco titulares albaneses que juegan en Italia, envió al séptimo cielo a los 50.000 aficionados vestidos de rojo y con el tradicional fieltro blanco “qeleshe”.
Incluso en su configuración de asientos para esta Eurocopa, el “Muro Amarillo”, la impresionante tribuna que habitualmente ocupan los seguidores del Borussia Dortmund, se tiñó de rojo para la ocasión, sacudió el Westfalenstadion y, sin duda, todo el fútbol italiano.
Bajrami destronó al ruso Dmitri Kirichenko, autor hasta entonces del gol más rápido de la historia durante la Eurocopa 2004 tras 67 segundos de juego, contra Grecia en el estadio del Algarve, en Portugal.
Strakosha evita lo peor
Pero en lugar de darle confianza, este gol paralizó completamente a Albania, que disputa en Alemania el segundo gran torneo de su historia después de la Eurocopa 2016.
Las “Águilas”, situadas en el puesto 66 del ranking FIFA, se desplegaron rápidamente ante una Italia que, a pesar de carecer de certezas, sobre todo ofensivas, antes de este torneo, ya no hizo preguntas.
Sólo hubo que esperar unos diez minutos para que la Nazionale empatara en un córner, disputado en dos tiempos entre Lorenzo Pellegrini y Dimarco, y ejecutado en el segundo palo por Alessandro Bastoni (11º).
El equipo de Luciano Spalletti duplicó la ventaja en el minuto 16 con un magnífico gol de Nicolo Barella que silenció al imponente contingente albanés en la grada e hizo que el hasta entonces tímido “Italia, Italia” redoblara sus esfuerzos.
Los campeones de Europa, con el control absoluto y su juego en el centro del campo magistralmente orquestado por Jorginho y Barella, podrían haber aumentado el marcador antes del descanso.
Pero se toparon con Thomas Strakosha, preferido a Etrit Berisha.
El portero del Brentford primero desvió un intento de Davide Frattesi (32º) hacia su poste izquierdo y luego intervino ante Gianluca Scamacca, desmarcado (38º).
Al regresar del vestuario, Italia retomó su dominio, pero no logró ponerse a cubierto, a pesar de un disparo desde 20 metros de Chiesa que falló por muy poco (60º).
Albania incluso creyó que podría lograr el empate en el minuto 90 sin un desvío decisivo de Donnarumma, por delante de Rey Manaj.
