La presencia de Wayne Greztky en el mitin de Donald Trump en el lujoso Mar-a-Lago, la residencia del multimillonario en Florida, durante la noche electoral estadounidense del pasado martes, conmocionó a varios ciudadanos canadienses que idolatran la Maravilla.
Gretzky estuvo entre un selecto grupo de celebridades invitadas a la fiesta. Estaba allí con su esposa Janet, su hija Paulina, su yerno, el golfista profesional Dustin Johnson, y su hijo Trevor.
El hombre más rico del mundo, Elon Musk, y el jefe de UFC, Dana White, también estuvieron entre los cabezas de cartel de la fiesta.
Esta no es la primera vez que Gretzky deja brillar sus lealtades políticas, ya que apoyó al Partido Conservador de Stephen Harper en las elecciones canadienses de 2015.
También fue fotografiado con Andrew Scheer cuando este último era líder de los conservadores.
Tanto en X como en Instagram, muchos internautas canadienses deploraron la complicidad entre Gretzky y Trump, considerada una traición.
“Fuiste un ejemplo de dignidad para mi familia. Todos los recuerdos que tengo de ti están manchados para siempre”, reaccionó uno de ellos.
El cronista de sol de toronto Brian Lilley, por su parte, salió en defensa de Gretzky, denunciando una “hipocresía” de las elites de izquierda.
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