AA / París / Ümit Dönmez
La gripe se perfila como la principal epidemia de este invierno en Francia, con un sorprendente aumento de casos en todas las regiones y grupos de edad, según Santé Publique France.
En su informe semanal publicado este jueves, la agencia sanitaria llama a la vigilancia ante la combinación de virus invernales, mientras los indicadores se disparan.
La actividad vinculada a las infecciones respiratorias agudas (IRA) aumentó considerablemente en la semana 51 (del 16 al 22 de diciembre de 2024), ya sea en la medicina comunitaria o en los hospitales. Según el boletín publicado el 26 de diciembre, la tasa de consultas por enfermedades similares a la influenza saltó a 347 casos por 100.000 habitantes, frente a 235 la semana anterior. Los niños menores de 15 años son los más afectados, pero las personas mayores de 65 años o más también registran un claro aumento de visitas a urgencias y hospitalizaciones.
Al mismo tiempo, la epidemia de bronquiolitis muestra signos de desaceleración, aunque la situación sigue siendo tensa entre los menores de dos años. Alrededor del 30,4% de las hospitalizaciones en este grupo de edad están vinculadas a esta patología. Public Health France precisa que la intensidad de la epidemia es generalmente menor en comparación con los inviernos anteriores a la pandemia de COVID-19.
A diferencia de la gripe, los indicadores relativos a la COVID-19 se mantienen en general estables, con una tasa de incidencia de 19 casos por 100.000 habitantes. Sin embargo, la tasa de positividad de las muestras tomadas en el hospital aumentó ligeramente, del 5,3% al 6,9%. Los datos hospitalarios muestran que la presión está bajo control, pero las autoridades sanitarias siguen atentas a la evolución de la situación.
En el contexto de las vacaciones de fin de año, Public Health France recuerda la importancia de los gestos de barrera para frenar la propagación de los virus invernales. El lavado de manos, la ventilación de las habitaciones y el uso de mascarilla en caso de síntomas siguen siendo esenciales, especialmente para proteger a las personas más vulnerables.
Continúan las campañas de vacunación contra la gripe y la COVID-19, iniciadas en octubre. Se dirigen principalmente a poblaciones de riesgo, incluidas personas mayores, mujeres embarazadas y personas con comorbilidades. También se promueve la inmunización pasiva de los lactantes contra el virus respiratorio sincitial (VRS) mediante estrategias adaptadas, como la vacunación de las mujeres embarazadas o la administración de anticuerpos monoclonales.
Con la circulación simultánea de varios virus, el sistema sanitario se enfrenta a una mayor presión. Las autoridades sanitarias piden una movilización colectiva para limitar los efectos de esta ola de infecciones respiratorias. Los próximos días serán cruciales para contener la dinámica epidémica y preservar las capacidades hospitalarias.
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