Con el proyecto “Quería capturar la belleza que mis ojos vieron”, a los estudiantes inmigrantes del instituto Léonard de Vinci de Montpellier se les pidió que tomaran una cámara para contar cómo viven aquí y ahora. Ya no es su trayectoria lo que prima, sino las proyecciones que hacen sobre su futuro. La exposición podrá verse en Pierrevives hasta finales de julio.
Los inmigrantes son objeto de diversos reportajes de fotógrafos que publican retratos de ellos o nos presentan sus viajes y las dificultades que derivan de ellos. El proyecto de Marielle Rossignol es bastante diferente. El fotógrafo decidió confiar cámaras desechables a jóvenes estudiantes del instituto Léonard de Vinci de Montpellier que habían abandonado Túnez, Ucrania o incluso Guinea Conakry. Con este proyecto apoyado por Pierresvives, el DRAC y el Consejo Departamental de Hérault, la idea era informar sobre el nuevo mundo que los rodea.
Instantáneas de su entorno.
Durante casi tres semanas, hasta 17 alumnos fotografiaron su entorno, la ciudad, el tren, los estanques o el matorral. En total, trajeron 180 fotografías. Se les pidió que escribieran sus sentimientos en torno a estas fotografías. Ya no es lo que vivieron lo que prevaleció sino cómo se proyectaron, aquí y ahora. Para esta exposición llamada Quería capturar la belleza que vieron mis ojos.son tuTreinta fotografías acompañadas de escritos que se exponen en Pierrevives a partir de este miércoles. A esto hay que sumar los retratos de estos aprendices de fotógrafos exiliados realizados por Marielle Rossignol.
