Acosado por un procedimiento europeo por déficit público excesivo, el país debe, no obstante, sanear sus cuentas y reducir su deuda pública, que se acerca a los 3 billones de euros.
A mil kilómetros de la Asamblea Nacional francesa, que todavía no tiene presupuesto para 2025, el Senado italiano adoptó el sábado en lectura final un presupuesto para 2025 que incluye medidas por valor de 30.000 millones de euros, de los cuales más de la mitad son reducciones de impuestos y cotizaciones sociales para ingresos bajos y medios. Al mismo tiempo, el Gobierno de la primera ministra Giorgia Meloni se ha comprometido a reducir el déficit público al 3,3% del PIB en 2025, tras una tasa del 3,8% prevista para este año, lo que deja poco margen para una política económica expansionista.
Italia, objeto de un procedimiento europeo por déficit público excesivo, está sometida a fuertes presiones para sanear sus cuentas y reducir su deuda pública, que se acerca a los 3 billones de euros. Giorgia Meloni amplió la reducción de las cargas sociales o fiscales a los salarios anuales de hasta 40.000 euros, medida que antes se aplicaba temporalmente a ingresos de hasta 35.000 euros.
Bono para padres jóvenes
Otra medida emblemática, el gobierno ha perpetuado la fusión de los dos primeros tramos impositivos para proporcionar ingresos anuales de hasta 28.000 euros con un tipo reducido del 23% en lugar del 25%. El gobierno italiano, que también quiere aumentar la tasa de natalidad, prevé conceder una bonificación de 1.000 euros a los padres de un recién nacido que tengan unos ingresos anuales de hasta 40.000 euros. Se distribuirá otra bonificación de hasta 100 euros a los compradores de electrodomésticos energéticamente eficientes. Se incrementa hasta 200 euros para los hogares cuyos ingresos sean inferiores a 25.000 euros.
Las empresas que reinviertan el 80% de sus beneficios y contraten empleados pueden beneficiarse de una reducción del tipo del impuesto de sociedades del 24% al 20%. Esta nueva medida está financiada en parte por los bancos, que han aportado un total de 3.400 millones de euros para los presupuestos de 2025 y 2026.
Presionados por el gobierno, los bancos aceptaron aplazar los créditos fiscales previstos para estos dos años para proporcionar liquidez al Estado italiano, que tendría que reembolsarlos más tarde. Las compañías aseguradoras, por su parte, tendrán que adelantar el pago del impuesto de timbre sobre las pólizas, un impuesto que hasta ahora sólo pagaban los clientes cuando vencían los contratos. El gobierno estima su contribución al presupuesto de 2025 en 970 millones de euros. Se espera que alcance los 400 millones de euros al año en 2026 y 2027. El crecimiento del producto interior bruto (PIB) de Italia para 2024 fue reducido a la mitad a principios de diciembre por el Instituto Nacional de Estadística (Istat), que ahora espera un aumento del PIB del 0,5%, en comparación con al 1% estimado en junio.
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