Y, de hecho, las series que se vuelven a ver con mayor frecuencia no son thrillers ni dramas. “Nadie quiere volver a ‘El cuento de la criada’ para relajarse. Es demasiado intenso. Por otro lado, una sitcom como ‘Friends’ o ‘The Office’ (Estados Unidos) es perfecta.” El humor, el formato corto y ese toque ligero los convierten en opciones ideales para desconectar.
Estas series se vuelven como zonas de confort emocional. “Cuando nos va mal, volvemos a algo que nos hace sentir bien. Los personajes, a quienes conocemos tan bien, casi terminan haciéndonos amigos, anticipamos sus reacciones, sus bromas. Esto no crea una forma de conexión emocional. No en vano las sitcoms suelen ser corales, con varios personajes principales, a los que podemos llegar a sentir apego.
Formatos tranquilizadores
En un contexto donde la ansiedad climática y las tensiones globales dominan las noticias, una comedia desenfadada puede ser un verdadero antídoto. “Reír es bueno para la salud, moviliza músculos que no utilizamos frecuentemente, es bueno para nuestra moral”. Las series, especialmente las comedias de situación, nos ofrecen un momento de respiro, un bienvenido descanso de la complejidad del mundo.
La sitcom tiene un formato pensado para agradar: 22 minutos, una trama por episodio y localizaciones recurrentes. “Es rápido y fácil encajar en un día. Sabes que lo vas a pasar bien sin tener que esforzarte demasiado mentalmente”. subraya Mathieu de Wasseige. Esta vertiente accesible se ve reforzada por las plataformas de streaming: “Antes había que buscar un DVD, había algún tipo de esfuerzo, ahora es un clic”.
¿Por qué siempre los mismos?
Revisar una serie de culto también significa sumergirse en una forma de nostalgia. Estas series evocan recuerdos, una época. Se convierten en hitos culturales y emocionales. Cuando estamos tristes o estresados, naturalmente recurrimos a lo que ya nos ha hecho bien.
Además, los spin-offs juegan con esta mecánica. “Retomar personajes o mundos conocidos, como en ‘El joven Sheldon’ o las variaciones de ‘Expertos’, juega con esta idea de familiaridad. A los espectadores les gusta encontrar un mundo que conocen”.
Lo habrás comprendido: volver a ver tu serie favorita significa volver a conectar contigo mismo, sin esfuerzo. Entonces, si Brooklyn nueve y nueve, La teoría del Big Bang o Amigos Te llamamos por decimoquinta vez, déjate llevar. Después de todo, reírse con Chandler nunca hace daño a nadie.