Los productos de “precio bajo” están llenos de azúcar, un problema de salud pública

Los productos de “precio bajo” están llenos de azúcar, un problema de salud pública
Los productos de “precio bajo” están llenos de azúcar, un problema de salud pública
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“No sólo la oferta alimentaria es generalmente demasiado dulce, sino que los precios dirigen a los consumidores hacia productos más dulces”, señala la asociación, que denuncia una clara tendencia en la que los productos más baratos en los lineales son, por término medio, los más dulces, mientras que los productos más caros en los lineales contienen en promedio menos azúcar. “Si tu presupuesto es ajustado, no podrás tomar la mejor decisión para tu salud. Los fabricantes y los grandes minoristas son responsables de esta oferta sesgada y discriminatoria y de sus consecuencias”, subraya Audrey Morice, portavoz de la ONG.

Foodwatch comparó la cantidad de azúcar y el precio de más de 400 productos repartidos en 12 categorías de alimentos (guisantes enlatados, pestos, panes de sándwich, cacahuetes, pizzas, etc.), vendidos en los 5 principales supermercados franceses, que controlan el 80 % de la alimentación. mercado: Auchan, Carrefour, Coopérative U, E. Leclerc e Intermarché.

La asociación invita a los consumidores a firmar una petición para pedir a estas grandes marcas que “reformulen las recetas de sus propias marcas para que los productos más baratos en los lineales no sean los más desequilibrados”.

Azúcar en el 100% de los bocadillos de pan blanco…

Vigilancia alimentaria

Problema de salud pública

En un estudio reciente, la Agencia Nacional de Seguridad Alimentaria y Alimentaria reveló que el 77% de los productos transformados contienen un ingrediente edulcorante (el estudio abarcó más de 54.000 referencias dulces y saladas que contienen azúcar, presentes en el mercado francés, de 2008 a 2020). Un dato alarmante, aunque los autores observan una disminución de esta proporción en los últimos diez años (-5,5 puntos), especialmente en el caso de los productos salados.

Demasiado dulces, estos productos de consumo tienen un impacto directo en la salud de los franceses. El número de diabéticos ha aumentado un 160% en diez años y los casos de obesidad se han cuadruplicado entre los jóvenes de 18 a 24 años desde 1997. Cuatro asociaciones (Secours catholique, Federación Francesa de Diabéticos, Solidarité Paysans y Civam) calculan en 19 mil millones de euros públicos dinero invertido por Francia en 2021, para compensar los daños sociales, sanitarios y medioambientales de la comida chatarra. El colectivo pide una dirección nueva y radical para nuestro sistema alimentario: regular la publicidad de los alimentos desequilibrados, regular el margen aplicado por los grandes minoristas a los productos orgánicos, etc.

Consciente del problema de salud pública vinculado a la alimentación, el Ministerio de Salud ha dado un primer paso adelante, en el marco del Programa Nacional de Nutrición y Salud 2019-2024. Un acuerdo único, sin duda, que, no obstante, comprometió a la industria panadera a reducir la sal en los panes estándar en un 20%. El Ministerio de Salud podría inspirarse en este éxito en el marco del PNNS 2025-2030 incentivando a otros profesionales de la industria alimentaria sobre grasas o azúcares.

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La Agencia Nacional de Seguridad Alimentaria, Ambiental y de Salud Ocupacional (ANSES) recomienda que la dieta diaria esté compuesta por entre un 35 y un 40% de las calorías necesarias en forma de lípidos, es decir, grasas. Pero no cualquiera.

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