La noticia hizo sonreír a algunos: el 9 de enero, el Tribunal Federal de Justicia de Karlsruhe examinará tres denuncias presentadas por el fabricante de calzado alemán Birkenstock contra supuestos imitadores por motivos de derechos de autor. Si el máximo tribunal alemán validara que esto podría aplicarse, esto conferiría el estatus de obra de arte a Arizonas y otros y derechos de uso exclusivos a Birkenstock: terceros no estarían autorizados a reproducir o copiar estos modelos sin autorización mientras abundan las réplicas. (La demanda se dirige, entre otros, al competidor local Tchibo). Citando a un experto encargado por Birkenstock, que elogia un “zapato brutalista”, vida diaria Periódico del sur de Alemania nos divertimos, “En resumen, el arte no tiene por qué ser bello”. El fabricante afirma que sus zapatos “están protegidos a perpetuidad y reconocidos nada menos que como una obra de arte única”parece estar sorprendido
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