El drama matrimonial de Niagues se complica y hunde aún más a la comunidad en la incomprensión y el horror. Fatou Sow, la ama de llaves que sufrió graves quemaduras durante el incendio provocado que mató al matrimonio Seck, murió ayer en el hospital, después de tres semanas de feroz lucha contra la muerte. Su testimonio, que se esperaba fuera la clave para esclarecer las circunstancias exactas de esta trágica noche, murió con ella.
Un incendio provocado que aún persigue a Niagues
Según L’Observateur, todo comenzó la noche del 13 al 14 de diciembre de 2024. Una repentina explosión sacudió el distrito HLM 3 de Darou Salam en Niagues, atrayendo a los residentes al exterior. La casa del matrimonio Seck fue devorada por las llamas. En el interior, tres personas gritaban de dolor: Oumar Khary Seck, su esposa Khady Diouf y su ama de llaves, Fatou Sow.
A pesar de los heroicos esfuerzos de los vecinos, Khady Diouf fue encontrada quemada en el dormitorio y su marido, que había logrado llegar a la sala de estar, murió poco después de que llegara la ayuda. Fatou Sow sobrevivió pero con graves quemaduras que acabaron con su vida. Los cuatro hijos de la pareja, encontrados sanos y salvos en su dormitorio, son los únicos supervivientes de esta noche de horror.
Gritos que acusan
Antes de ser evacuada, Fatou Sow supuestamente informó detalles condenatorios a los vecinos, transmitidos por L’Observateur. La pareja, en medio de una discusión, habría visto a Oumar Khary Seck llevar a cabo un plan macabro. Según estos testimonios, Khady Diouf gritó: “¡Socorro, Seck quiere matarme!”. » Acusaciones póstumas que dirigieron a los investigadores hacia la pista del incendio provocado.
Un testigo clave que lleva la verdad
Hospitalizada durante tres semanas, Fatou Sow fue la única testigo capaz de confirmar o desmentir estas historias. Su muerte deja un enorme vacío en la investigación. The Observer subraya que esta desaparición priva a las autoridades de testimonios cruciales, lo que hace incierta la resolución de este drama matrimonial que parece un misterio.
Condiciones de intervención deploradas
Los residentes del distrito RAN 3 de Darou Salam no ocultan su frustración por la lentitud de las labores de socorro. Las calles arenosas habrían retrasado la llegada de bomberos y policías, agravando la tragedia.
¿Un caso que se hunde en el olvido?
Con la muerte de los tres protagonistas, parte de la verdad sobre este drama se ha consumido definitivamente. Fatou Sow, que salvó a los niños antes de quedar atrapada en las llamas, deja un vacío que la investigación lucha por llenar. Este asunto dejará una huella duradera en la memoria colectiva de Niagues, pero la pregunta sigue abierta: ¿se cerrará definitivamente la investigación o las autoridades encontrarán otras vías para revelar los secretos de esta noche desastrosa?
El Observer concluye que esta tragedia plantea una vez más la cuestión de la prevención de la violencia doméstica y de la capacidad de los servicios de emergencia para intervenir rápidamente en zonas de difícil acceso. Niagues llora a sus muertos y exige respuestas, pero bien podrían haber muerto con Fatou Sow.