Los días 7, 8 y 9 de enero de 2015, los atentados islamistas dejaron sangrientas las calles de París. Desde la antigua sede del periódico satírico hasta el Hyper Cacher, regrese a los lugares marcados por estos terribles días.
7, 8, 9 de enero de 2025: retrospectiva de un viaje mortal
París, pero sobre todo la prensa y la libertad de expresión afectadas por el fundamentalismo religioso: miércoles 7 de enero de 2015Dos hombres, los hermanos Kouachi, fuertemente armados atacaron el periódico satírico “Charlie Hebdo”, al grito de “Allah akbar”, matando a 12 personas, entre ellas los caricaturistas Cabu, Charb, Tignous, Honoré y Wolinski, en el ataque más grave ocurrido en Francia desde hace más de medio siglo.
Al día siguiente, tampoco 8 de eneroEn Montrouge se produjo un tiroteo, un policía municipal murió y un trabajador de la carretera resultó herido.
Es un amigo íntimo de los hermanos Kouachi, Amedy Coulibaly, quien es el autor de los hechos. 9 de eneroeste mismo cómplice tomó como rehenes a los clientes de un Hypercasher, ubicado en Porte de Vincennes. Afirmando actuar en nombre de Daesh, este terrorista atacó a personas de fe judía y expresó su solidaridad con los terroristas que atacaron a “Charlie Hebdo”. Murieron cuatro personas.
Fuertes tiroteos, policía ejecutado a quemarropa, agujeros de bala, casquillos de bala en el suelo, “mares de sangre” en la sede del semanario “Charlie Hebdo”: cuentan testigos del ataque “locura en el corazón de París”. La diseñadora Corinne Rey, conocida como “Coco”, una de las supervivientes del asesinato del 7 de enero de 2025, perpetrado en la sede del semanario satírico, que iba a recoger a su hija al colegio, cuenta una historia escalofriante.
“Introduje el código…”
“Cuando llegamos a la puerta del edificio del periódico, dos hombres encapuchados y armados nos amenazaron brutalmente” derramar “entrar, subir”. “Escribí el código” Entonces “fusilaron a Wolinski, a Cabu… Duró cinco minutos”dice “Coco”, quien luego “refugiado bajo un escritorio”. “Hablaban francés perfectamente” y “afirmó ser Al-Qaeda”ella especifica.
En las oficinas del semanario hay una matanza. Murieron al menos doce personas, entre ellas los caricaturistas Charb, Wolinski, Cabu, Honoré y Tignous, así como el economista y columnista Bernard Maris. Otras once personas resultaron heridas, cuatro de ellas de gravedad. “Estaban encapuchados, con armas tipo Kalashnikov o M16”describe un vecino que juzgó a los atacantes “grave” hasta el punto de pensar que “Eran fuerzas especiales persiguiendo a narcotraficantes”.
Arnaud Gancel, que trabaja en una calle perpendicular, está molesto: “Vimos el intercambio (de disparos) con los policías, cuando salieron ametrallaron la parte delantera del patrullero que retrocedía, retrocedía, retrocedía. Uno de nuestros colegas escuchó gritar: “Hemos vengado al profeta”.
Reuniones espontáneas
Por la noche se celebraron concentraciones espontáneas en los cuatro rincones de Francia. A pesar del plan Vigipirate elevado a “alerta de ataque”, el nivel más alto, en Île-de-France, había más de 35.000 en París, entre 13 y 15.000 en Rennes, entre 10 y 15.000 en Lyon, 10.000 en Toulouse, 7.000 en Marsella y 5.000 en Nantes, Grenoble y Burdeos… Vengo a decir a menudo, como Philippe Fertray, fiel lector: “Charlie Hebdo es libertad de expresión, si no agrada a Dios, lástima”.
Una fuerte movilización también en Aveyron
También en Aveyron se encendieron numerosas velas en los alféizares de las ventanas, delante de los ayuntamientos o de la prefectura. Se llevarán a cabo varias decenas de reuniones espontáneas en todo el departamento. Hasta el domingo que batirá todos los récords. Unas 17.000 personas subieron por la avenida Victor-Hugo hasta llegar a la plaza de Armas, demasiado estrecha para dar cabida a toda esta multitud heterogénea. Una multitud que se extendía por los bulevares adyacentes. Todos allí por un minuto de silencio, para decir no a la violencia y la barbarie. Decir sí a la libertad.
“Charlies” de todas las edades, de todos los orígenes, de todas las religiones. En términos más generales, en Villefranche-de-Rouergue, cerca de 5.000 personas se reunieron para una marcha silenciosa, más de 1.600 en Decazeville, en Capdenac con 1.200 personas y en muchas otras ciudades y pueblos del departamento.
Todos allí para rendir homenaje a los 17 muertos en los ataques a Charlie Hebdo e Hypercasher.
La onda expansiva se extendió desde París hasta Aveyron, pasando por todas las localidades de Francia y también del extranjero, reaccionando visceralmente a quienes gritaban: “Matamos a Charlie Hebdo”demostrando así que nada puede silenciar la libertad de expresión pero que el precio a pagar para hacerla oír puede ser a veces muy caro. Demasiado caro. Aún hoy, a pesar de los años transcurridos, los homenajes se multiplicarán. No sólo para no olvidar sino también para llamar a la más extrema vigilancia.