Si el número de casos masculinos atribuibles al tabaco y al alcohol ha ido disminuyendo en los últimos años, están aumentando entre las mujeres.
¿Cómo prevenir?
Entre las principales acciones de prevención se encuentran el abandono del hábito tabáquico y el consumo racional de alcohol. Pero un trabajo publicado en el Journal of the American Cancer Society proporciona una pista inesperada.
Numerosos estudios han evaluado si el consumo de café o té se asocia con un menor riesgo de desarrollar cáncer de cabeza y cuello… con resultados inconsistentes.
Por eso un equipo de la Universidad de California quiso profundizar en el tema. Los científicos analizaron datos de 14 estudios, en los que participaron más de 25.000 participantes, incluidos 9.548 pacientes con cáncer.
Los resultados son particularmente alentadores para los amantes del café. Las personas que consumían más de cuatro tazas de café al día tenían un 17% menos de riesgo de desarrollar cáncer de cabeza y cuello. Más concretamente, el riesgo de cáncer de cavidad bucal se redujo en un 30% y el de garganta en un 22%.
El café descafeinado no se queda atrás, con una reducción del 25% en el riesgo de cáncer oral.
En cuanto al té, su consumo moderado (una taza al día) se asocia con una reducción del 9% en el riesgo general y una reducción del 27% de cáncer de hipofaringe. Sin embargo, beber en exceso podría aumentar el riesgo de cáncer de laringe en un 38%, lo que pone de relieve la importancia de un consumo equilibrado.
“Aunque ya se han realizado investigaciones sobre el consumo de café y té y la reducción del riesgo de cáncer, este estudio destaca sus diferentes efectos en diferentes áreas del cáncer de cabeza y cuello, incluida la observación de que incluso el café descafeinado tenía un impacto positivo”, concluyen los autores. Sin especificar los mecanismos involucrados…
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Fuente: Destino Santé
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