Soldados norcoreanos. Foto: KCNA/KNS/AFP
La escalada del conflicto en Ucrania dio un paso adelante con el supuesto compromiso de soldados norcoreanos junto a las fuerzas rusas. Las recientes declaraciones estadounidenses revelan una dimensión internacional compleja, en la que los combatientes extranjeros se encuentran ahora en el terreno de una guerra que está alterando el equilibrio geopolítico.
Desde hace casi dos años, el conflicto ucraniano sigue sorprendiendo con sus idas y venidas estratégicas. Los informes militares ahora sugieren la participación directa de tropas norcoreanas en los enfrentamientos, particularmente en la región rusa de Kursk. Un alto funcionario estadounidense estimó recientemente que varios cientos de soldados norcoreanos murieron o resultaron heridos, lo que confirma una presencia militar previamente oculta.
El comandante en jefe de Ucrania, Oleksandre Syrskysubrayó la intensidad de las operaciones ofensivas llevadas a cabo en los últimos días, destacando el compromiso de estas unidades extranjeras. Fuentes occidentales informan del despliegue de miles de soldados norcoreanos para apoyar al ejército ruso, aunque Moscú y Pyongyang se mantienen cautelosos en sus comunicaciones oficiales.
De esta información surge un elemento crítico: estos soldados norcoreanos serían combatientes novatos, lo que potencialmente explicaría sus grandes pérdidas contra las fuerzas ucranianas. Esta intervención tiene lugar en el contexto de un reciente acuerdo de defensa mutua entre Rusia y Corea del Nortefirmado el pasado diciembre, que prevé asistencia militar en caso de agresión.
El panorama geopolítico se perfila así con una complejidad cada vez mayor. Estados Unidos, el principal apoyo militar de Kiev, continúa suministrando equipos a Ucrania, mientras se reconfiguran los movimientos de tropas y las alianzas. La administración Biden mantiene su compromiso, aunque el horizonte político estadounidense se perfila para cambios significativos.
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