do¿Cómo puede la Unión Europea tomar medidas enérgicas contra el flagelo del comercio electrónico chino? Shein, Temu, Aliexpress… En el Viejo Continente, estas plataformas en auge venden por millones productos de gran consumo de todo tipo a precios inmejorables. Y, la mayoría de las veces, sin respetar las normas europeas. Este sería el caso del 70% de los bienes importados a Europa a través de plataformas de comercio en línea, según estimaciones de la Comisión Europea.
Un fenómeno que, a medida que se acerca la Navidad, resulta aún menos tranquilizador. Así, el número de mercancías peligrosas declaradas por las aduanas se ha duplicado en 2023 (encabezadas por los juguetes, los productos cosméticos, los electrodomésticos y la ropa), lo que genera una competencia desleal para los actores europeos, como Ikea, H&M, Zalando, Decathlon… Por no hablar de los comercios locales.
Pero ¿qué puede hacer la UE? De hecho, la respuesta más obvia ya estaba en el tintero: implicaría eliminar la exención de derechos aduaneros de la que disfrutan los paquetes de menos de 150 euros, lo que significa que la mayoría de estos productos están exentos de controles fronterizos. A finales de septiembre, diez Estados miembros de la Unión, entre ellos Francia y Alemania, pidieron en una carta a la Comisión Europea que adoptara una línea dura ante “los riesgos de perjuicio a los consumidores y de competencia desleal”.
Aduanas abrumadas
¿Y desde entonces? Esta idea, beneficiosa sobre el papel, plantea una serie de problemas en la práctica. Porque los nuevos derechos de aduana también afectarían a los revendedores europeos que importan sus productos del extranjero. La organización Eurocommerce, que representa al sector del comercio minorista y mayorista en Europa, está dividida.
Además, eliminar esta exención probablemente sobrecargaría los ya abrumados servicios aduaneros. El aeropuerto Schiphol de Ámsterdam y el puerto de Rotterdam procesan juntos 3,5 millones de paquetes por día, o 40 por segundo. Sin embargo, el año pasado se importaron a la UE 2.300 millones de artículos por debajo del umbral libre de impuestos de 150 euros, según la Comisión. Realizar tantos controles parecería una tarea hercúlea.
Una señal de que la idea no es tan consensuada entre los 27, el ejecutivo de la UE ha comenzado a trabajar en alternativas. Según el “Financial Times”, se están estudiando dos medidas: la introducción de costes administrativos adicionales para la manipulación de las mercancías en cuestión, o un nuevo impuesto sobre los ingresos de las empresas de comercio electrónico.
Sin embargo, estas dos vías también presentan sus problemas. Por un lado, cada uno de ellos golpearía a los jugadores europeos. eurocomercio Además, objeta que los costes administrativos podrían contravenir las normas del comercio internacional. En cuanto al nuevo impuesto sobre la renta, su implementación requeriría un acuerdo unánime de los estados miembros de la UE.
Servicios digitales
A falta de una solución milagrosa, la solución más prometedora para la UE parece ser atacar las plataformas chinas a través de la regulación europea sobre servicios digitales, la famosa DSA (Digital Services Act). La Comisión ya inició, el 31 de octubre, una investigación contra Temu, cuyas prácticas comerciales son “fuertemente sospechosas” de violar dicho reglamento.
Esto último exige, en particular, que las grandes plataformas en línea establezcan un sistema que garantice a los consumidores que los productos vendidos cumplen las normas. Evidentemente, este no es el caso de la empresa china que, si no corrige la situación, se enfrentaría a una multa enorme, equivalente a un máximo del 6% de su facturación global.
Las características “adictivas” del sitio y de la aplicación, que son muy divertidas, también pueden contravenir la DSA. Al igual que el algoritmo de recomendación de productos basado en el seguimiento de usuarios del que es imposible escapar.