(Damasco y Jerusalén) El derrocado presidente sirio, Bashar al-Assad, aseguró el lunes que no había huido premeditadamente de Damasco, el día en que la capital fue tomada por los rebeldes, afirmando que Moscú había solicitado su evacuación, en su primer comunicado desde su huida. de Damasco.
Publicado a las 6:18 a.m.
Actualizado a las 8:13 a.m.
Michael BLUM
Agencia France-Presse
“Mi salida de Siria no fue planeada y tampoco tuvo lugar durante las últimas horas de la batalla, contrariamente a algunas acusaciones”, dijo Bashar al-Assad en un comunicado en el canal Telegram de la presidencia. “Moscú exigió […] una evacuación inmediata a Rusia en la tarde del domingo 8 de diciembre”, añadió Assad, afirmando que Siria estaba ahora “en manos de terroristas”.
Ataques israelíes en la región costera de Siria
El ejército israelí atacó “violentamente” numerosas instalaciones militares en la costa siria durante la noche del domingo al lunes, informó una ONG, ataques que provocaron el pánico entre los residentes, según un periodista de la AFP.
“Aviones de combate israelíes lanzaron ataques” contra varios sitios, incluidas unidades de defensa aérea y “depósitos de misiles tierra-tierra”, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
La ONG afirma que se trata de los “ataques más intensos desde 2012” en la región costera de Tartús (oeste), que alberga una base naval rusa.
Desde la captura de Damasco por la coalición armada que derrocó a Bashar al-Assad, 473 ataques israelíes han tenido como objetivo sitios militares en toda Siria, dijo el lunes el OSDH.
En el pueblo de Bmalkah, en las alturas de la ciudad de Tartous, las carreteras están llenas de cristales rotos. En los huertos, la explosión de los bombardeos arrancó las hojas de los olivos y un humo espeso se elevó de las colinas circundantes, constató la AFP.
“Comenzó poco después de la medianoche y continuó hasta las 6 a.m. (10 p.m. hora del este). Fue como un terremoto. Todas las ventanas de mi casa explotaron”, dice Ibrahim Ahmed, un empleado de 28 años de un bufete de abogados.
“El pueblo no durmió en toda la noche. Los niños lloraban. Ya no quedan ventanas en las casas”, afirma un hombre que no quiso dar su nombre.