La filial Cruise de General Motors fue una de las pioneras en la tecnología de conducción autónoma y contaba con una flota de taxis sin conductor, o robotaxis, en varios centros de ciudades estadounidenses, hasta que sufrió un grave accidente a finales de 2023 en San Francisco.
Uno de sus vehículos había atropellado a un peatón que acababa de ser atropellado por otro vehículo, con conductor.
Las autoridades retiraron el permiso a la empresa, sobre todo por su forma de gestionar el incidente: los empleados tardaron varios días en revelar que el robotaxi no se había quedado quieto. Su maniobra para detenerse tuvo el efecto de arrastrar a la víctima varios metros.
Tras este episodio, General Motors (GM) reforzó el control sobre la filial. El cofundador de Cruise, Kyle Vogt, tuvo que dimitir y Cruise despidió a 900 empleados, una cuarta parte de su plantilla. La empresa había retomado progresivamente sus actividades de desarrollo, bajo supervisión, y estaría disponible en la plataforma del gigante de las reservas de coches Uber durante el primer semestre de 2025.
Pero GM anunció el martes su decisión de integrar a ingenieros de su filial en sus equipos para trabajar en su tecnología de conducción asistida y autónoma:
De acuerdo con sus prioridades de asignación de capital, GM ya no financiará el trabajo de desarrollo de robotaxis de Cruise, dado el tiempo y los recursos considerables que se necesitarían para escalar la empresa, especialmente en un mercado en crecimiento más competitivo.
“En caso de que no estuviera claro antes, ahora lo está: GM está dirigida por un grupo de perdedores”.reaccionó Kyle Vogt en X.
Mercado de autonomía
Honda, inversor de Cruise, tenía previsto lanzar un servicio de robotaxis en Japón en 2026, pero el grupo japonés “reevaluará el futuro del proyecto y hará los ajustes necesarios, incluida una posible cancelación, una vez que Cruise complete su reestructuración”dijo a la AFP su filial en Estados Unidos.
Waymo, filial de Alphabet (matriz de Google), se ha adelantado en este mercado con sus Jaguars sin conductor, ampliamente utilizados en varias grandes ciudades americanas, como Phoenix (Arizona) y San Francisco.
A principios de octubre, Tesla presentó su robotaxi, llamado Cybercab, pero reveló que no se espera que la producción comience hasta 2026. Y los vehículos autónomos de Zoox, una filial de Amazon, se están probando y desplegando en áreas restringidas de Las Vegas y San Francisco.
A diferencia del Cruise y Waymo, no tienen volante, los cuatro asientos miran hacia adentro y pueden conducir en cualquier dirección, sin darse la vuelta.
General Motors dijo el martes que permanecería “totalmente comprometido” en la búsqueda de la conducción autónoma para los coches de consumo.
“Nuestro compromiso con la asistencia al conductor y la tecnología autónoma para hacer la conducción más segura, más accesible y menos estresante es inquebrantable”aseguró Mary Barra, jefa del grupo, durante una conferencia de analistas.
Las acciones del fabricante ganaron más del 2% durante las operaciones electrónicas tras el cierre de la Bolsa de Nueva York.
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