Valonia se prepara para el invierno en sus carreteras. Ya están almacenadas más de 40.000 toneladas de sal. Sin embargo, dependiendo de las necesidades, la región está preparada para utilizar hasta 136.000 toneladas para afrontar el invierno. ¿Pero cuáles serán las consecuencias sobre el medio ambiente?
Es cierto que la sal no es una solución ideal para el medio ambiente. Según Adalia, una organización ambientalista, es particularmente dañino para los árboles a lo largo de las aceras, así como para cualquier plantación expuesta a la escorrentía de agua salada. La sal también tiene un impacto negativo en la calidad del suelo.
En otros países con diferentes climas se utiliza arena o grava fina directamente sobre la nieve. Sin embargo, este sistema no es adecuado para nuestra región, donde el clima alterna frecuentemente entre hielo y deshielo. Como resultado, el agua podría arrastrar la arena, con el riesgo de bloquear los desagües.
A veces utilizamos otra solución en casos específicos. En determinadas pendientes de autopistas, en caso de fuertes nevadas o hielo persistente, se aplica una mezcla de cloruro sódico y cloruro cálcico. Esta mezcla es muy eficaz, pero cuesta tres veces más que la sal convencional y además es más peligrosa de manipular.
Hasta el momento no se ha encontrado ninguna alternativa mejor que la sal. Sin embargo, el Servicio Público Valón asegura que trabaja en colaboración con los servicios meteorológicos y de movilidad para optimizar la difusión.
Sal de nieve RIRAVQ alrededor de las carreteras
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