Microsoft ha reiterado su postura sobre los requisitos de hardware de Windows 11, incluido el requisito de un Módulo de plataforma confiable (TPM) 2.0. Esta condición, introducida durante el lanzamiento del sistema operativo, sigue siendo un punto central para garantizar los objetivos de seguridad definidos por la empresa.
¿Qué es TPM 2.0 y por qué es necesario?
El TPM (Trusted Platform Module) es un componente de hardware diseñado para proteger los datos y protegerlos contra amenazas de hardware y software. Se utiliza para funciones como cifrado de datos, validación de firmas digitales y almacenamiento seguro de claves de autenticación.
Con Windows 11, Microsoft aprovecha TPM 2.0 para funciones de seguridad avanzadas como BitLocker (cifrado de disco), Windows Hello (autenticación biométrica) y Credential Guard (protección de credenciales). El objetivo es minimizar el riesgo de ataques de ransomware o acceso no autorizado.
Compatibilidad de hardware limitada
El requisito TPM 2.0 limita la compatibilidad de Windows 11 a computadoras con procesadores recientes, generalmente lanzados a partir de 2018. Esta restricción ha provocado un debate dentro de la comunidad tecnológica, particularmente para los usuarios con máquinas de alto rendimiento pero que carecen de este componente.
Aunque los métodos alternativos han permitido instalar Windows 11 en hardware no compatible, Microsoft ha reforzado sus mecanismos de verificación con la actualización 24H2. Estos cambios hacen que las instalaciones no oficiales sean más difíciles, si no imposibles.
¿Qué riesgos para los usuarios?
El requisito de TPM 2.0 es parte del deseo de estandarizar la seguridad en los sistemas Windows. Sin embargo, este requisito plantea desafíos para los usuarios cuyas computadoras no cumplen con estos criterios. Algunos deben considerar la compra de hardware compatible, una inversión que puede parecer restrictiva para las máquinas que aún funcionan.
Microsoft, sin embargo, defiende esta decisión destacando las ventajas en términos de seguridad, especialmente en un contexto en el que los ciberataques son cada vez más sofisticados. La empresa considera que unas bases sólidas de hardware son esenciales para afrontar los desafíos actuales.
Con Windows 11, Microsoft está adoptando una estrategia orientada a una mejor integración de la seguridad en todos los niveles. El énfasis en TPM 2.0 refleja un enfoque proactivo para prevenir vulnerabilidades y proteger a los usuarios.
Para los usuarios afectados, es recomendable comprobar la compatibilidad del hardware antes de cualquier actualización. En algunos casos, se pueden considerar soluciones como agregar un módulo TPM externo, aunque esta opción sigue siendo técnica y requiere conocimientos informáticos.