La Asamblea Nacional francesa votó este miércoles la moción de censura presentada por el Nuevo Frente Popular (NFP), con el apoyo de la Agrupación Nacional (RN). El gobierno de Michel Barnier, en el poder desde hace sólo tres meses, es oficialmente derrocado. Esta votación, marcada por una alianza sin precedentes entre la izquierda y la extrema derecha, constituye un gran terremoto político.
La moción de censura surge tras el controvertido uso por parte de Michel Barnier del artículo 49.3 para imponer el presupuesto de la Seguridad Social para 2025 sin debate parlamentario. Este llamamiento cristalizó la oposición, acusando al gobierno de ignorar las prerrogativas de la Asamblea. Con 331 votos a favor de la censura, la alianza NFP-RN obtuvo la mayoría necesaria para derrocar al gobierno.
Contrariamente a lo que algunos podrían haber previsto, el presidente Emmanuel Macron no puede disolver inmediatamente la Asamblea Nacional, debido a la restricción impuesta por el artículo 12 de la Constitución, que prohíbe una nueva disolución dentro del año siguiente a la anterior. Esto reduce significativamente sus opciones estratégicas. Por lo tanto, Emmanuel Macron tendrá que nombrar un nuevo Primer Ministro capaz de unir una mayoría parlamentaria o intentar gobernar con un ejecutivo en posición minoritaria, un ejercicio particularmente peligroso.
