El mes pasado, el Gobierno anunció la reducción de su dotación a 100 millones de euros para el plan de bicicletas, frente a los mil millones de euros previstos inicialmente en cinco años. Esta drástica reducción de la dotación presupuestaria podría provocar el aplazamiento o el abandono de más de 400 proyectos de desarrollo ciclista.
Ausente en el proyecto de ley de finanzas de 2025, el plan ciclista inicialmente propuesto por Elisabeth Borne en 2023 ha sido considerablemente “desinflado” por el gobierno del actual Primer Ministro, Michel Barnier. Recordemos que este plan nacional pretendía financiar la construcción de más de 100.000 kilómetros de carriles bici hasta 2030. Un anuncio que rápidamente preocupó a las comunidades y a los usuarios, que temen consecuencias perjudiciales para el desarrollo de las infraestructuras.
En Isla de Francia, Grégoire de Lasteyrie, vicepresidente responsable de Transportes de la región, precisa que el abandono del plan nacional no cambiará nada en la financiación asignada cada año a los municipios para desarrollar los carriles bici de la región. “Mantenemos nuestro objetivo de triplicar la proporción modal del ciclismo en 10 años. En los últimos 10 años, hemos cuadriplicado nuestro presupuesto para bicicletas para promover la multimodalidad”. nos explica. El elegido regresa en particular al VIF (más comúnmente llamado RER Vélo), cuyos primeros tramos continuos (sin un agujero en el recorrido – N.D.) se completarán en 2025, incluido el tramo entre París y Le Bourget. Un gran proyecto para el que la región de las FDI ha destinado 300.000 millones de euros, tres veces más que el presupuesto estatal anual para 2025.
Un error estratégico más que económico
El electo lamenta una decisión que considera “contraproducente” a largo plazo. “La bicicleta es mucho menos costosa y menos contaminante que los vehículos térmicos y las cuestiones no son sólo medioambientales o ligadas a la movilidad. Está la cuestión de la creación de un sector francés, de empleo… Incluso si entiendo la situación presupuestaria del país, creo que, precisamente, fomentar este tipo de movilidad habría permitido impulsar nuestra economía”, añade.
Una visión compartida por Olivier Stern, teniente de alcalde responsable de transportes y de la ciudad ciclista de Montreuil. Según él, su municipio no depende principalmente (y afortunadamente) del apoyo estatal para la implantación de carriles bici. Por otra parte, estas ayudas les permitieron financiar en parte una formación destinada a enseñar a los jóvenes a andar en bicicleta. Para él, el desarrollo del plan de la bicicleta cumple con un objetivo de descarbonización y hay que apoyar a todo el sector. “ Hay un error estratégico, porque las inversiones deben hacerse en el tiempo para tener un efecto palanca en los próximos años. Esto no es lo que cuesta más y, sin embargo, el efecto de transformación es muy fuerte. » Según el electo, los años perdidos en la transición ecológica no se recuperarán.
Cicloturismo para descarbonizar la industria
La asociación Vélo et Territoires también denuncia una decisión que considera contraria a la dinámica apoyada por las comunidades. Aunque existan otras subvenciones, “las regiones no pueden sustituir al Estado”, considera la asociación. El riesgo, según ella, es el cese temporal o definitivo de los trabajos realizados en cerca de 400 proyectos en Francia. Sin embargo, en 2021, el ex primer ministro Jean Castex declaró que quería hacer de Francia el primer destino de turismo sostenible en 2030 y el primer destino de cicloturismo. En la región de Aquitania o en el sur de Francia se han votado numerosos proyectos para descarbonizar la actividad turística. Esta decisión podría tener un impacto considerable en su desarrollo a corto y medio plazo si no se aumentan las ayudas estatales.
Foto de apertura: @sergo321
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