Michel Barnier puso sus últimas fuerzas en la batalla el martes por la noche durante una intervención en los informativos televisivos de France 2 y TF1. Mientras su gobierno está al borde del colapso, el primer ministro pidió la “responsabilidad” de los diputados. ¿Evitar la censura cuando la Agrupación Nacional, además de presentar su propio texto, debería votar la moción de la izquierda? “Creo que es posible”, aseguró Barnier.
“No estamos en negociaciones”, pero Marine Le Pen ha entrado “en una especie de guerra de ofertas”, afirmó el saboyano, preguntado sobre un posible gesto final en materia de pensiones. “No soy yo quien tiene la culpa”, pero el acontecimiento tendría consecuencias: “18 millones” de franceses “verían aumentado su impuesto sobre la renta”, advirtió Barnier, si su gobierno fuera derrocado y no se aprobara el presupuesto.
Descartó la posibilidad de ser reelegido al cuestionar el “sentido” de tal escenario y la hipótesis de una dimisión de Emmanuel Macron. “Ficción política”, había desestimado poco antes el propio presidente, desde Riad, donde se encuentra de visita de Estado. Macron denunció un “cinismo insoportable” del RN si votara a favor de una moción presentada por la izquierda “que insulta a sus votantes”.
En cuanto al PS, mostró una “pérdida total de orientación” al censurar al gobierno, acusó Macron. El jefe de Estado, sin embargo, pidió “no asustarse” evocando los riesgos de una crisis financiera. Derrocar al gobierno sería “una disolución de espíritus”, “pero no creo en ello”, insistió el presidente francés. “Todos asumirán su responsabilidad”, añadió, negándose a considerar públicamente las opciones para sustituir a Michel Barnier en Matignon.
En la Asamblea, la conferencia de presidentes fijó el miércoles a las 16 horas para examinar las mociones de censura presentadas por la izquierda y el RN. Y para la presidenta de los diputados del LFI, Mathilde Panot, “la caída de Barnier está confirmada”. “Es muy doloroso ver al Primer Ministro”, consideró tras su aparición en televisión. “Él está luchando. Como pez fuera del agua. Aunque eso signifique hundirse en la mediocridad y la falsedad”.
Marine Le Pen estimó, por su parte, que “sólo podría fracasar” después de haber incluido su presupuesto “en la catastrófica continuidad de Emmanuel Macron”.