a partir del 1 de julio, se deberá notificar a los consumidores

a partir del 1 de julio, se deberá notificar a los consumidores
a partir del 1 de julio, se deberá notificar a los consumidores
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¿Pagar más para comer menos? Más que una impresión, es una realidad para muchos consumidores cuando van de compras. Detrás del aumento general de precios que afecta al poder adquisitivo, una práctica comercial engañosa lleva varios meses haciendo estragos en los lineales y engañando a los consumidores: “Shrinkflation”, o “réduflation”, en francés. Esta práctica de los fabricantes consiste en reducir voluntariamente la cantidad de un producto en el paquete sin bajar su precio, o incluso, en ocasiones, aumentarlo. Esto concierne a la productos alimentarios (arroz, productos congelados, cereales, etc.), Bebidas (latas de refresco…) o higiene (lavandería, en particular) y es casi imposible realizarlo.

En septiembre de 2023, la ONG Foodwatch cuestionó a seis marcas (Lindt, Danone, Kiri, etc.) que habían reducido el tamaño del paquete, pero habían aumentado el precio. Carrefour también había sido señalado por la asociación de 60 millones de consumidores por haber retirado una ensalada de las tres contenidas en un sobre de sucrinas, sin bajar su precio. Buenas noticias, sin embargo, a partir del 1 de julio, estas prácticas orquestadas por las propias marcas deberán mostrarse con mucha claridad.

Shrinkflation, lo que cambiará el 1 de julio

El 16 de abril, Bruno Le Maire, ministro de Economía, y Olivia Grégoire, ministra delegada encargada de Economía, Turismo y Consumo, emitieron un decreto para regular esta práctica.una estafa”, según el Ministro, lo que induce a error a los consumidores. el entrara vigente a partir del 1 de julio en grandes y medianas tiendas, fecha en la que será obligatorio informar al consumidor “ para los productos de consumo que hayan sufrido una reducción de peso o volumen que haya dado lugar a un aumento del precio por unidad de medida, una obligación específica de informar a los consumidores sobre estos cambios.

Esta información en forma de cartel debe ser visible. cerca de los productos de que se trate durante los dos meses siguientes a la fecha de comercialización de los mismos, ya sean marcas nacionales o marcas de distribuidor. También se incluyen pilas y chicle. No se ven afectados los preparados envasados ​​cuya cantidad puede variar (en la sección de delicatessen, por ejemplo) o a granel.

El consumidor es entonces libre de comparar las marcas, observando atentamente el precio por kilo, y de elegir con conocimiento de causa antes de añadir el producto a su carrito de la compra. ¿El próximo paso del futuro gobierno? Afrontar la nueva estafa empresarial, la “estiramiento-inflación” (“strech”, estirar, en inglés). ¿El truco? Los fabricantes aumentan la cantidad pero… para aumentar el precio pero de forma exagerada.

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