Durante una reunión, el impopular canciller y el líder de los conservadores Friedrich Merz, favorito en los sondeos para sucederle, se opusieron a tres meses de elecciones legislativas anticipadas. Olaf Scholz, cuya heterogénea coalición con los ecologistas y los liberales se disolvió a principios de noviembre, criticó la actitud belicosa de su rival hacia Rusia.
Intenta ascender en las encuestas posicionándose ahora como canciller de la paz y partidario de la moderación, mientras que los conservadores abogan por una mayor ayuda a Ucrania.
Ucrania
Frente a cientos de miembros del Partido Socialdemócrata (SPD) en Berlín, Olaf Scholz prometió mantener la “cabeza fría” sobre el tema de la guerra entre Rusia y Ucrania, denunciando el tono halcón de su oponente. “Tengan cuidado, no jugamos a la ruleta rusa con la seguridad de Alemania”, dijo.
Friedrich Merz está a favor, bajo ciertas condiciones, del envío de misiles alemanes Taurus a Kiev, lo que permitirá atacar profundamente el territorio ruso. Una línea roja para Olaf Scholz, que se opone en este punto a sus aliados estadounidenses, franceses y británicos, en un país pacifista atravesado por una importante corriente de opinión prorrusa.
En lugar de “dar un ultimátum a un país con un ejército nuclear”, Olaf Scholz quiere llevar a cabo “negociaciones reales” con Rusia y Ucrania, sin las cuales “nada se puede decidir”. Bajo su mandato, Alemania se convirtió en el segundo mayor proveedor de armas de Ucrania, pero a costa de muchas vacilaciones.
Industria
Desde su circunscripción de Schmallenberg, en el oeste de Alemania, Friedrich Merz prometió un “cambio fundamental” para la economía alemana, cercana a una segunda recesión anual consecutiva y lastrada por una grave crisis industrial. La líder del partido de Angela Merkel “está atrapada en el “intervencionismo verde en todos los ámbitos de la vida, en todos los negocios, en todos los sectores de actividad” de los Verdes y del SPD.
Según él, dos ejemplos claros: las subvenciones a las bombas de calor y a los coches eléctricos. “El Estado ya no debe definir cómo nos calentamos, cómo conducimos y cómo comemos”, prosiguió el ex abogado empresarial.
Para Olaf Scholz, la CDU tiene “siempre la misma receta”, compuesta por recortes de impuestos para las empresas. “Me recuerda a un médico que siempre prescribe las mismas pastillas a sus pacientes, ya tengan tos o un pie roto”. Para resolver los males del país, la canciller quiere abordar la falta de inversión en la envejecida infraestructura de Alemania.
El sábado propuso reembolsar el 10% de los impuestos sobre las sumas invertidas por las empresas en el país, así como relajar las restricciones constitucionales nacionales que limitan los déficits públicos. En cuanto al poder adquisitivo, el socialdemócrata recomienda aumentar el salario mínimo de 12,41 a 15 euros la hora, ventajas fiscales para el 95% de los trabajadores y un aumento de impuestos para el 1% más rico. Para Scholz, los conservadores actuales “ya no tienen nada que ver con la centrista CDU de Angela Merkel” y se han vuelto de derecha.
Inmigración
Los dos líderes también discutieron la inmigración ilegal, en la que prospera el partido de extrema derecha Alternativa para Alemania, que ocupa el segundo lugar en intención de voto con un 18%, detrás de los conservadores con alrededor del 33% y los socialdemócratas con alrededor del 15%.
El jefe de los conservadores prometió “hacer todo lo posible para reducir aún más la inmigración ilegal en Alemania”, aún afectada por un atentado en Solingen a finales de agosto, cometido por un sirio en situación irregular y reivindicado por el grupo EI. También recomienda hacer retroceder a los inmigrantes en las fronteras de Alemania, de lo contrario “no solucionaremos este problema”.
Para Olaf Scholz, su rival no acepta “la realidad”: “Alemania es desde hace mucho tiempo un país de inmigración”, con una cuarta parte de su población de origen extranjero.
(AFP)