La respuesta de los abogados defensores no se hizo esperar, este martes 26 de noviembre de 2024, ante el Tribunal de lo Penal de Gironda. Cinco hombres están siendo juzgados por haber participado activamente en un robo de cocaína que acabó con la muerte a tiros de su “dueño”, Gary Pan Hung Kuet, el 11 de agosto de 2019 en Burdeos.
Dos comparecen por no haber denunciado este delito. El día anterior, M.mi Olivier Couleau, abogado de uno de ellos, pidió la absolución. Incluso el perito psicólogo admitió que no tenía recursos en su interior para denunciar estos hechos. METROmi Alexandre Novion, abogado del otro, indicó que su cliente, ciertamente un testigo, estaba “bloqueado por un miedo que frena la acción”.
“Es decir, no hace falta para nada. No sirvió de nada. Está ahí sin estar ahí, no tiene el cerebro sobre sus hombros”
La calificación penal de no denuncia de un delito convenía al Sr.mi Félix Molteni y Guillaume Larre, abogados de Medhi Moreau, presentes en esta desastrosa jornada y juzgados por robo con violencia y resultado de muerte. “Hay que cambiar el marco jurídico porque no hay ningún acto positivo de preparación o comisión de los hechos”, invita Mmi Molteni.
“No es la báscula”
“Si rebobinamos la película hasta el momento en que recogen a Gary en la estación, si eliminamos a Medhi Moreau de la imagen, nada cambia”, continúa M.mi Félix Molteni. “Es decir, no hace falta para nada. No sirvió de nada. Está ahí sin estar ahí, no tiene el cerebro sobre los hombros. »
METROmi Lorette Faby y Christian Blazy defienden a Damien Drozak, “adicto al dinero prometido”. METROmi Blazy busca “cómo terminamos con la muerte de un treintañero por 6 kilos de coca. Pobreza, precariedad, analfabetismo, falta de horizonte, eso es lo que los une. El 10 de agosto de 2019, no están en Cap Ferret ni de vacaciones en Grecia, sino que están defendiendo las murallas de la ciudad”.
Cuando Gary Pan Hung Kuet regresa de Guyana con una bolsa de viaje cargada de cocaína, se jacta de ello. “Así participó en su propio daño. Todas estas moscas que lo rodean, atraídas por la ganancia, tienen la sensación de que se trata del golpe del siglo, mientras que son muy poco estupefacientes”, matiza M.mi Cristian Blazy. No le importa, “al final”, a quién se le ocurrió la idea. “Damien Drozak participó pero no organizó, no tiene la escala. »
“Él no es el jefe de Médoquine, queremos que se ponga un sombrero demasiado grande”
METROmi Guerric Brouillou-Laporte critica el “escenario inicial” que quiere convertir a su cliente, Adil Kaltmi, en “el testaferro”, “el pararrayos”, “más culpable que los demás”. Adil Kaltmi admitió haber querido hacerse con las drogas. “Pero él quería actuar con artimaña, con astucia. No fue él quien llamó a los demás, ni él quien tuvo la idea de un robo a mano armada o de simular una intervención policial”, gruñe M.mi Brouillou-Laporte. “No se hizo cargo de la ejecución de los hechos”, añade M.mi Laplagne, que deplora “el particular destino de chivo expiatorio” reservado a su cliente. “Él no es el jefe de Médoquine, queremos que se ponga un sombrero demasiado grande. »
“Necesita una actualización”
“Dijo la verdad, nada más que la verdad, pero quizás no toda la verdad”, dijo el Sr.mi Victoire Sirol, que defiende a Yoann Debock. Sorprendido por la víctima la noche del robo, disparó el arma que había tomado para intimidar y no para matar. “No dio por muerto a Gary, pensó que tenía una lesión en el brazo. » Según el abogado, “nunca se presentó como el intérprete porque no sabía que estaba siendo utilizado, instrumentalizado por Adil Kaltmi. Alguien que mata sin intención es menos peligroso que alguien que quiere matar y alguien que dice la verdad es menos peligroso que alguien que la reescribe. »
Rindiendo homenaje a las madres de este archivo, Mmi Marie Touron apunta a “un vacío primario imposible de llenar, el fracaso del padre que se fue a otra parte. Debido a esto, sienten que sus vidas no tienen valor. Sus pares reemplazaron a sus padres con nuevos códigos”. En prisión, Yoann Debock obtuvo su bachillerato. Como los demás, “necesita una actualización”. Veredicto este miércoles.
Se requieren hasta veinte años.
Hábilmente, la fiscal general Véronique Compan sabe poner en duda la culpabilidad total de algunos para afirmar mejor sus certezas sobre la de otros. Pidió así la absolución para un joven juzgado por no denuncia de un delito y un año de prisión para otro. El magistrado también pidió tres años y la reclasificación de los hechos imputados a Medhi Moreau. Al poner en el mismo nivel a la persona que considera instigadora de los hechos, Adil Kaltmi, y al tirador, Yoann Debock, solicitó veinte años de prisión penal. A continuación, impuso la pena a doce años contra Damien Drozak, que subió al apartamento de la víctima para pedir dinero, y a catorce años la pena que parece justa contra el reincidente Marouane Khaled, defendido por M.mi Georges Parastatis, que niega cualquier participación en los hechos.