¿Es realmente útil la supervisión del trabajo social?

¿Es realmente útil la supervisión del trabajo social?
¿Es realmente útil la supervisión del trabajo social?
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Esta pregunta resulta un poco provocativa cuando sabemos que la supervisión del trabajo social es un proceso esencial. Tengo la impresión de que en los servicios sociales no está suficientemente desarrollado. Sin embargo, no le faltan intereses. Esta práctica tiene como objetivo apoyar y desarrollar las habilidades de ayudar a los profesionales de las relaciones.

Se define como apoyo psicológico y profesional. Permite a los trabajadores sociales reflexionar sobre sus prácticas, compartir sus experiencias y recibir apoyo psicológico (a veces necesario) y técnico. Este marco de reflexión e intercambio suele estar dirigido por un supervisor, a menudo un psicólogo o un profesional experimentado, fuera de la institución.

Este tipo de práctica no puede realizarse mediante una gestión jerárquica y rápidamente entenderemos por qué. Finalmente, esta práctica es particularmente útil para jóvenes profesionales que están invirtiendo en un nuevo puesto o que no tienen mucha experiencia. Aquí tienes un artículo que intenta responder las preguntas que probablemente te hagas si no estás convencido.

¿Qué es la supervisión del trabajo social?

Es un espacio de reflexión y apoyo destinado a ayudar a los profesionales de las relaciones.. Le permite analizar sus prácticas profesionales permitiéndole recordar las situaciones encontradas. Esto ayuda a comprender la dinámica relacional en juego y a gestionar mejor las emociones relacionadas con el apoyo específico a los usuarios. La supervisión puede ser individual o colectiva. Volveremos sobre esto. Lo interesante es que también podemos abordar otros temas como las relaciones entre compañeros durante un conflicto o cualquier otra situación tensa.

Para ello, el supervisor debe garantizar el secreto absoluto de los intercambios. Incluso si recibe una remuneración del empleador que lo utiliza, ningún contenido de los intercambios debe ser comunicado a nadie.

¿Por qué es esto útil?

La utilidad de la supervisión del trabajo social radica en su capacidad de proporcionar un espacio seguro. En estos espacios profesionales, los trabajadores sociales pueden expresar sus dificultades. También se les invita a analizar sus prácticas. También se les anima a identificar sus propias habilidades.

Esta práctica te permite dar un paso atrás ante las situaciones que vives.. Debemos aceptar reconocer que determinadas situaciones, especialmente en el ámbito de la protección de la infancia, provocan bastante ansiedad. Es por eso que estos momentos de discusión con un profesional capacitado permiten identificar los problemas personales y profesionales en los que nos encontramos. Esto también le permite explorar diferentes soluciones posibles y encontrar la que mejor se adapte a los problemas encontrados.

Además, la supervisión ayuda a prevenir riesgos psicosociales.. La supervisión permite tener mejor en cuenta el estrés profesional. Le permite actuar antes de que se produzca el “agotamiento”. Esta práctica está enfocada al bienestar del profesional que se beneficia de ella.. Y no es un lujo en muchas situaciones.

¿Existen varias formas de supervisión?

Sí, existen varias formas de supervisión del trabajo social. Cada uno se adapta a necesidades específicas: La supervisión individual permite una reflexión profunda y personalizada sobre las prácticas profesionales. Cuando era un joven profesional pude beneficiarme de ello, y cuando todavía lo pienso hoy me doy cuenta de lo útil que fue y me permitió seguir adelante.

También hay supervisión del equipo. Se trata de un grupo de profesionales que trabajan juntos. Promueve la cohesión y la solidaridad dentro del equipo.

También hay supervisión de grupos pequeños. Reúne a profesionales de diferentes instituciones para compartir sus pensamientos y experiencias.

Por último, también existen “talleres” de análisis de prácticas. Se utilizan a menudo en el entrenamiento. También aquí el objetivo es poder pensar colectivamente sobre determinadas situaciones profesionales. También ayudan a fortalecer la identidad profesional de los participantes..

Es más difícil participar en una supervisión colectiva. De hecho, poder expresarse sobre sus defectos y sus dudas no es fácil cuando no se conoce bien a los diferentes participantes. Si bien es fácil generar confianza en un supervisor, otra cuestión es hacerlo con varios colegas, especialmente si trabaja con ellos como socios.

Participar en la supervisión conduce a la autorrevelación. Aceptar confiar sus sentimientos a un tercero y mostrar su práctica. No es muy agradable si te sientes disfuncional o incluso si simplemente hablas de ti mismo. De hecho, como trabajador social, estamos más acostumbrados a hablar de los usuarios (a veces sin que ellos lo sepan) que de nosotros mismos.

¿Qué beneficios puedes obtener de ello?

A menos que creas que nunca te equivocas y que nunca lo necesitarás ni lo necesitarás, los beneficios supervisión de un trabajador social son numerosos. Ayuda a mejorar las competencias profesionales proporcionando un espacio de reflexión y desarrollo continuo. Esto le permite “salir del caldero” y ganar la distancia necesaria para comprender mejor su propio funcionamiento.

De este modo, los profesionales podrán perfeccionar sus prácticas. Esto ayuda a comprender mejor la dinámica de las relaciones. Adaptarás tu postura profesional tomando conciencia de la importancia y el impacto de las acciones que realices.

La supervisión también contribuye a la gestión de las emociones y los fenómenos de transferencia. No se puede negar que algunas personas pueden invertir en ti un afecto que no han tenido en ningún otro lugar. Usted mismo puede, sin quererlo, experimentar sentimientos intensos en determinados contextos. Por ejemplo, si sufriste violencia cuando eras niño, escuchar a un niño hablarte de lo que sufrió puede hacerte vibrar. Ya no es el adulto que hay en ti el que puede reaccionar, sino el niño que eras ante una violencia olvidada que pasa a primer plano.

Este es también el objetivo de la supervisión: podrás hablar de ello sin miedo a ser juzgado. Las sesiones de supervisión. te ayudará a dar un paso atrás y mantener una distancia profesional adecuada o si prefieres una proximidad distanciada que evite cualquier malentendido.

Esta práctica promueve el bienestar de los profesionales brindándoles apoyo psicológico y reduciendo el estrés relacionado con la práctica del trabajo social. Visto en conjunto, ayuda a crear un ambiente de trabajo más saludable y colaborativo, donde los profesionales se sienten apoyados y valorados. Y además, hay que reconocerlo, la supervisión fortalece la cohesión del equipo y la solidaridad entre los miembros, lo que es esencial para una consideración efectiva de las personas y del público de los servicios sociales.

Lo has entendido, soy un fan de esta práctica, porque es una herramienta valiosa que contribuye a la calidad de los servicios a las personas atendidas y al propio bienestar profesional. No sé si te he convencido, pero en los momentos difíciles que te tocarán pasar (porque inevitablemente los habrá) no dudes, si es posible, en pedir beneficiarte de ello. ¡Estoy convencido de que ganarás en conocimientos y autonomía!

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