Lasse Stolley, un chico alemán de 17 años, dejó a su familia para vivir en el tren desde agosto de 2022. Decide vivir una vida minimalista sobre las vías.
Un adolescente decidió mudarse e instalarse en los trenes desde hace dos años. Pasó más de 6.500 horas sentado en trenes recorriendo más de 650.000 kilómetros, el equivalente a dar la vuelta al mundo 15 veces.
“Es libertad”
“Poder decidir cada día adónde quiero ir, es simplemente maravilloso, es libertad”le explica a Oeste de Francia. El joven lleva una sencilla mochila como equipaje. Su mayor gasto ronda los 5.888 euros, que es el precio de la Tarjeta de Descuento 100% Primera Clase de los Ferrocarriles Alemanes, en Deutsche Bahn.
Gracias a este abono consigue vivir a bordo de los trenes. Come en los salones de primera clase de las estaciones, lava la ropa y se cepilla los dientes en los baños, duerme en el asiento de primera clase. Para lavarse, visita piscinas cercanas y se ducha allí.
“Me encanta poder mirar por la ventana, ver pasar el paisaje rápidamente… y explorar cada rincón de Alemania.“, explica. Pasa su tiempo viajando pero también trabajando, tiene un trabajo a tiempo parcial como desarrollador independiente para una pequeña startup que le permite teletrabajar y ganar algo de dinero.
Sin embargo, vivir en trenes no era su plan inicial. Se suponía que Lasse haría un aprendizaje de programación pero fue cancelado. Fue mientras veía un documental en televisión que se le ocurrió esta idea. Sus padres no estaban muy de acuerdo con esta aventura pero finalmente aceptaron apoyarlo en su proyecto.
