MEMPHIS, Tennessee. – Tyrese Maxey, el talentoso armador de los Philadelphia 76ers, es conocido por su sonrisa contagiosa y sus cálidos saludos. A menudo toma la iniciativa de conectarse con sus compañeros, pero el martes, después de una intensa sesión de práctica, tenía una expresión seria que lo decía todo.
Tras una decepcionante reunión de equipo el lunes por la tarde, cuyos detalles fueron confirmados por El AtléticoMaxey aprovechó la oportunidad para hacer valer su liderazgo. Mirando directamente a su amigo cercano y compañero de equipo Joel Embiid, expresó el impacto que tienen las actuaciones individuales en la dinámica del equipo. Este sincero intercambio provocó una discusión crucial en la que jugadores y entrenadores reflexionaron sobre la triste realidad de comenzar la temporada con el peor récord de la NBA, 2-11.
A pesar de las lesiones que afectan a la plantilla y de la falta de componentes completos, la sensación general es que hay demasiado talento en este equipo para justificar resultados tan decepcionantes. Todos, cuerpo técnico y jugadores, reconocen el potencial que poseen.
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“Quería expresarme”, dijo Maxey. “Es esencial comunicar que somos mucho mejores de lo que hemos demostrado en el campo. Aunque se han discutido muchas cosas, es hora de encontrar un camino a seguir para el resto de la temporada. Todos reconocen los problemas. El dolor es real para todos nosotros.”
Las reuniones de equipo a menudo sirven como catalizador para la regeneración, y si los Sixers logran una buena actuación el miércoles por la noche, no sería una sorpresa. Sin embargo, los problemas que afectan a este equipo de Filadelfia están empezando a parecerse menos a problemas de la infancia y más a defectos fundamentales. Cometen una cantidad alarmante de pérdidas de balón, luchan por anotar de manera efectiva y no logran contener a sus oponentes defensivamente.
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La falta de intensidad defensiva es inusual para un equipo dirigido por el entrenador Nick Nurse, mientras que sus problemas ofensivos son desconcertantes dadas las habilidades anotadoras de Maxey, Embiid y el lateral Paul George. A eso se suma una serie de lesiones, que provocan rotaciones interrumpidas y cambios de alineación característicos de un equipo que intenta encontrar su ritmo apenas 13 partidos después de iniciada la temporada.
A pesar de estos desafíos, se proyectaba que esta plantilla sería contendiente al título, incluso antes del surgimiento de la sensación del novato Jared McCain, quien ya está en la carrera por el premio al Novato del Año de la NBA. La realidad es que este equipo debería rendir a un nivel superior.
“Tenemos que empezar a ganar y no hay duda al respecto”, admitió Nurse. “La reunión de anoche fue dolorosamente franca. Todo el mundo quiere que este equipo triunfe, pero nos encontramos perdiendo en medio de muchas cuestiones que debemos resolver. Éramos conscientes desde el inicio de esta temporada de que mantener la salud y encontrar rápidamente nuestro ritmo era crucial, pero también Hasta ahora, ninguno de estos objetivos se ha logrado, al final tuvimos que poner todo sobre la mesa y, en ese sentido, la reunión del lunes fue un paso adelante.
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Maxey, quien ha estado recuperándose de una lesión en el tendón de la corva, participó plenamente en la práctica del martes. Está catalogado como duda para el partido del miércoles, y un regreso marcaría la primera vez esta temporada que Maxey, Embiid y George juegan juntos en la cancha. Sin embargo, con el veterano Kyle Lowry fuera de juego durante los próximos tres juegos debido a un esguince de cadera, es posible que los Sixers no tengan todo su arsenal a su disposición, incluso con el posible regreso de Maxey.
Lo que más frustró a Maxey durante la derrota del lunes por la noche ante el Miami Heat fue la percibida falta de compromiso de su equipo. A pesar de tener una ventaja de hasta 19 puntos en la primera mitad, los Sixers sucumbieron a una derrota por 106-89, un monstruoso cambio de 36 puntos. Analizando más el juego, los Sixers llegaron con una ventaja de descanso, mientras que Miami estaba al final de un duelo consecutivo, pero fue el Heat quien mostró una energía superior en la segunda mitad.
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“Cuando nos golpearon, tuvimos que responder”, reflexionó Maxey. “Tuvimos que responder con intensidad, pero fallamos en Miami y eso es algo que debemos cambiar de inmediato”.
Filadelfia logró anotar sólo 33 puntos en la segunda mitad contra el Heat. Una vez que Miami tomó el control, como señaló Maxey, los Sixers no lograron encontrar la energía para recuperar el impulso: un buen comienzo se convirtió en una aplastante derrota.
La práctica del martes fue espiritual y productiva, pero Nurse busca resultados tangibles. “¿Estaremos a la altura de las circunstancias mañana en el centro de atención? Esa es la pregunta clave”, dijo. “Necesitamos analizar por qué se nos escapan las victorias. ¿Por qué no convertimos los tiros abiertos? Estamos generando buenas oportunidades y si podemos aprovechar más de ellas, nuestro margen de error mejorará significativamente”.
“Sin embargo, tenemos problemas con las pérdidas de balón en momentos cruciales, lo que indica una falta de concentración y ejecución. Con demasiada frecuencia esto conduce a puntos para el rival. Hay mucho que rectificar y debemos abordarlo urgentemente”.