La Cámara Alta del Parlamento ruso validó, el miércoles 20 de noviembre, la ley que prohíbe la promoción de un estilo de vida sin niños, en un contexto de crisis demográfica en Rusia, en gran medida agravada por el conflicto en Ucrania. Aprobada por unanimidad por los senadores, la ley ya había sido aprobada por la Duma, la Cámara Baja, el 12 de noviembre. Este texto se inscribe en el giro ultraconservador del poder ruso en materia social, adoptado bajo el liderazgo de Vladimir Putin y reforzado desde el ataque a gran escala lanzado contra Ucrania en febrero de 2022.
Según la ley, las personas que promuevan un estilo de vida sin hijos se arriesgarían a recibir una multa de 400.000 oubles (unos 4.000 euros) y los funcionarios el doble. Para las personas jurídicas, la sanción podría incrementarse hasta los 5 millones de rublos (47.000 euros).
Ley de adopción de niños rusos
Los líderes políticos y religiosos ven en la defensa de los valores llamados tradicionales una extensión de la lucha de Rusia contra Occidente, acusado de decadencia moral. Los derechos de la comunidad LGBT+ en Rusia se han reducido notablemente. La ley también pretende responder al importante descenso demográfico ruso que Vladimir Putin nunca ha logrado remediar desde que llegó al poder hace un cuarto de siglo.
Los senadores también aprobaron el miércoles la ley que impide la adopción de niños rusos por parte de nacionales de países que permiten la transición de género y el cambio de estado civil. Desde 2013, el país ya ha prohibido la adopción por parte de parejas homosexuales extranjeras o de ciudadanos solteros de países donde las uniones entre personas del mismo sexo son legales.
Ambas leyes aún deben ser promulgadas por el presidente Putin, lo que suele ser una formalidad.
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