Este fin de semana, la revista alemana Bild informó que la policía y los servicios de seguridad interior podrían haber frustrado un ataque terrorista durante la Eurocopa. El viernes fue detenido un presunto extremista musulmán en el aeropuerto de Colonia/Bonn.
Se cree que el hombre tiene vínculos con un grupo afiliado al Estado Islámico. Algunos días más tarde, De Telegraaf informó que el hombre había solicitado acreditación para trabajar como azafata durante la Eurocopa 2024.
El sospechoso, de 23 años, intentó entrar al torneo presentándose como guardia y guardia de seguridad para actividades fuera de los estadios. La policía de Colonia lo impidió. Anteriormente, la misma persona intentó conseguir un puesto similar en el festival de música Rock am Ring y en las 24 Horas de Nürburgring.
“Hemos controlado a todas las personas que trabajan en seguridad y en las fuerzas del orden, porque necesitan acreditación”, afirmó Herbert Reul, un político de Renania del Norte-Westfalia. “Durante este proceso se hizo evidente que este joven representaba un riesgo, por eso lo arrestamos”.
La ministra del Interior alemana, Nancy Faeser, elogió el arresto como “un gran éxito” para las autoridades locales. “Es bueno que las fuerzas de seguridad se hayan dado cuenta de esto, lo que demuestra que nuestros conceptos de control de seguridad funcionan eficazmente”, afirmó.
La fiscalía de Karlsruhe está investigando al sospechoso, que tenía pasaporte alemán, marroquí y polaco. Se dice que tiene vínculos con la organización terrorista ISPK.
La organización terrorista ISPK, con la que está asociado el sospechoso, también fue responsable del ataque a una sala de conciertos en la periferia de Moscú.
