???? ¡California en llamas! Un gigantesco incendio se propaga rápidamente al norte de Los Ángeles, impulsado por vientos de 130 km/h. Casas destruidas, tierras agrícolas devastadas, miles de residentes evacuados urgentemente. La temporada de incendios está en pleno apogeo en medio de un alarmante calentamiento global…
Cuando Estados Unidos se despertó con la elección de Donald Trump, California ardió en llamas. Un incendio mortal se produjo el miércoles por la mañana al noroeste de Los Ángeles y se propagó a una velocidad alarmante, impulsado por vientos extremadamente violentos.
Más de 3.600 hectáreas se convirtieron en humo en pocas horas
El número de víctimas ya es elevado: varias casas de lujo reducidas a cenizas, tierras agrícolas y huertos devastados. El fuego llegó rápidamente a los suburbios exclusivos de Camarillo, donde más de 70.000 personas viven bajo amenaza de llamas.
A pesar de la masiva movilización de los bomberos, el incendio avanzó a un ritmo vertiginoso. A media tarde ya había consumido más de 3.600 hectáreas de vegetación. Los vientos, con ráfagas cercanas a los 130 km/h, alimentan su loca carrera y dificultan el despliegue de medios aéreos.
Miles de residentes ordenaron evacuar urgentemente
Ante la gravedad de la situación, las autoridades ordenaron la evacuación inmediata de las zonas más expuestas al norte de Camarillo. Residentes como Gail Liacko tuvieron que abandonar sus hogares rápidamente, dejando atrás una vida que se estaba esfumando:
De repente, nuestros muebles de exterior estaban cubiertos de hollín, el humo llenó la calle, fue muy surrealista. No sabemos qué traer en estos momentos de pánico absoluto.
Gail Liacko, residente evacuada
En las zonas rurales, es una carrera contra el tiempo para salvar el ganado. Una empleada de un rancho de caballos describe escenas desgarradoras mientras intenta evacuar a los caballos, con un telón de fondo de imágenes que muestran a los animales amontonados en remolques.
El espectro de los “megaincendios” se cierne sobre California
Después de dos inviernos relativamente lluviosos, California se enfrenta este verano a una temporada de incendios particularmente virulenta. El calentamiento global, con sus repetidas olas de calor, ha creado las condiciones perfectas para la conflagración.
El “Estado Dorado” ya sufrió en julio-agosto el cuarto mayor incendio de su historia. Y se produjo otro incendio al sur, esta vez amenazando las propiedades de lujo que salpican la costa de Malibú.
Para sofocar las llamas, más de 21.000 viviendas quedaron sin electricidad. Una medida que se ha vuelto habitual en California para evitar que la sobrecarga de las redes eléctricas alimente nuevos incendios.
Una lucha interminable contra las llamas
Mientras este nuevo incendio arrasa, los bomberos de California se preparan una vez más para librar una feroz batalla. Pero ante la fuerza de los vientos y la sequía récord de la vegetación, su tarea promete ser titánica.
El calentamiento global promete veranos cada vez más difíciles para California. Con temporadas de incendios más largas e incendios más intensos, lamentablemente el “Estado Dorado” corre el riesgo de arder una y otra vez en los próximos años.