Calificando este ataque de “una guerra flagrante contra la humanidad, contra la tecnología y contra el trabajo”, el ministro libanés de Trabajo, Mustafa Bayram, indicó durante una rueda de prensa en Ginebra que su país había presentado una denuncia ante la Organización Internacional del Trabajo (OIT), organismo especializado. de la ONU.
Israel no ha asumido oficialmente la responsabilidad de los ataques, pero Bayram dijo que era “ampliamente aceptado internacionalmente (…) que Israel estaba detrás de este acto atroz”.
“En pocos minutos cayeron más de 4.000 civiles, entre mártires, heridos y mutilados”, recordó el ministro.
“Estamos en una situación en la que los objetos corrientes, objetos que utilizas en la vida diaria, se están volviendo peligrosos y mortales”, lamentó.
El Sr. Bayram habló de todos los trabajadores que estaban en su lugar de trabajo cuando de repente sonaron los buscapersonas y los walkie-talkies, herramientas que utilizaban en el transcurso de su trabajo.
“Consideramos necesario resaltar que esto va en contra del ambiente de trabajo, la seguridad y los principios de trabajo decente sostenidos por la OIT”, explicó.
Añadió que las autoridades libanesas aún podrían presentar quejas sobre los ataques a los buscapersonas ante otros organismos internacionales, incluida la Organización Mundial del Comercio.
Más de 3.000 personas han muerto en el Líbano desde el inicio de los enfrentamientos entre Hezbolá e Israel en octubre de 2023, según el Ministerio de Sanidad, incluidas al menos 1.964 desde el 23 de septiembre, según un recuento de la AFP.
La guerra también provocó que más de un millón de personas huyeran de sus hogares.
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