En la cima de la encuesta realizada en el marco del Balón de Oro Africano 2024, Simon Adingra recibió malas noticias. Lamentablemente, todos estos votos no tendrán ninguna influencia en la designación del próximo ganador de este trofeo.
En los últimos días se ha notado entusiasmo en torno a una encuesta realizada por Foot Africa. Y en Internet, varios marfileños se movilizan para que Simon Adingra domine las elecciones, con la esperanza de que también gane el Balón de Oro africano en 2024.
Además, el internacional marfileño domina a sus oponentes. Pero, lamentablemente, será necesario mucho más antes de que se lleve el trofeo a casa.
Organizado por la Confederación Africana de Fútbol (CAF), este premio se concede según un estricto proceso que excluye cualquier participación directa de los aficionados.
El sistema de votación se basa exclusivamente en la opinión de profesionales. El jurado lo constituyen los seleccionadores de las selecciones africanas, sus capitanes, así como los periodistas deportivos afiliados a la CAF.
Son responsables de evaluar a los jugadores en función de criterios específicos, incluido su desempeño individual y colectivo, su contribución a sus clubes y selecciones nacionales y su influencia general en el juego. Cada votante otorga puntos decrecientes a cinco jugadores, según su clasificación personal. .
Los partidarios, aunque apasionados y comprometidos, no participan en este proceso. A diferencia de algunos premios como el Premio Puskás u otras distinciones que implican votación online, el Balón de Oro africano sigue siendo una decisión profesional.
Sin embargo, su papel no debe subestimarse por completo. El apoyo masivo de los aficionados, ya sea en los estadios o en las redes sociales, puede contribuir a la notoriedad de un jugador y atraer la atención de los votantes. Este fenómeno, aunque no oficial, puede influir indirectamente en la percepción de determinados candidatos al amplificar su visibilidad.
Esta dinámica es particularmente notable en el caso de jugadores que gozan de un inmenso apoyo popular, como Mohamed Salah o Sadio Mané, cuyas actuaciones a menudo son impulsadas a la vanguardia por una base de fanáticos activa y comprometida. Sin embargo, este apoyo popular sigue siendo un elemento secundario frente a los criterios objetivos aplicados por los expertos.
La afición desempeña un papel clave en la promoción y valoración de sus ídolos, pero no tiene ningún impacto directo en la concesión del Balón de Oro africano.
Este sistema tiene como objetivo garantizar una evaluación justa e imparcial del desempeño de los jugadores, basándose en juicios profesionales más que en la popularidad.