La NASA recibe la señal de una sonda situada a 24.000 millones de kilómetros de la Tierra gracias a una radio que no se utiliza desde 1981

La NASA recibe la señal de una sonda situada a 24.000 millones de kilómetros de la Tierra gracias a una radio que no se utiliza desde 1981
La NASA recibe la señal de una sonda situada a 24.000 millones de kilómetros de la Tierra gracias a una radio que no se utiliza desde 1981
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La Voyager 1, lanzada en 1977es uno de los proyectos más ambiciosos de la NASA. Originalmente, la misión era explorar los gigantes gaseosos del sistema solar exterior, proporcionando las primeras imágenes de Júpiter y de Saturnoasí como información valiosa sobre sus atmósferas, lunas y anillos. Una vez completada esta fase, la NASA amplió la misión, permitiendo que la Voyager 1 se convirtiera en el primer objeto humano en abandonar la heliosfera en 2012 y entrar en el espacio interestelar. Hoy en día, el barco sigue transmitiendo datos únicos, aunque opera con una potencia cada vez menor.

Un cambio al transmisor de banda S

La NASA detectó una anomalía en 16 de octubre de 2024cuando la Voyager 1 no respondió a un comando enviado a través del Red de comunicaciones DSN (Deep Space Network) para activar uno de sus calentadores internos. Esta red, formada por antenas distribuidas en varios países, permite comunicarse con sondas lejanas. Pero cuando la Voyager 1 no pudo transmitir una respuesta dentro del plazo habitual, los ingenieros se dieron cuenta de que la nave había apagado su transmisor principal. banda X a un transmisor de respaldo banda S.

El Este último no había sido activado durante más de 43 añoslo que generó dudas sobre su capacidad para transmitir una señal detectable a una distancia tan grande. Sin embargo, un análisis de las señales residuales permitió a la NASA localizar la emisión de banda S en 18 de octubre y confirme su funcionamiento enviando un comando de prueba en 22 de octubre. Finalmente, se restableció la comunicación total 24 de octubre.

Una decisión del sistema de protección de la sonda.

Este cambio al transmisor de banda S resulta de la activación del sistema de protección de anomalías de la Voyager 1. Este sistema automático está diseñado para desactivar elementos no esenciales si la sonda detecta una sobrecarga eléctrica o una caída en el rendimiento de sus componentes críticos. En este caso concreto, el sistema de protección habría juzgado que el consumo energético era excesivo, optando por un transmisor más económico para preservar los recursos.

Mantener la misión: desafíos y soluciones

Volver al funcionamiento normal es ahora el objetivo de los ingenieros de la NASA. Aunque el transmisor de banda S pudo restablecer el contacto, su señal es demasiado débil para las transmisiones regulares de datos científicos. La NASA deberá determinar si es seguro regresar al transmisor de banda X. Este análisis podría durar varias semanas, durante las cuales la misión seguirá utilizando la banda S para comprobar el estado de la sonda y ajustar su orientación hacia la Tierra.

Resiliencia inspiradora para futuras exploraciones

El incidente resalta la importancia de los sistemas redundantes para misiones espaciales de larga duración. Diseñada en la década de 1970, la Voyager 1 cuenta con soluciones de respaldo que están demostrando ser valiosas más de cuatro décadas después de su lanzamiento. Esta hazaña tecnológica ilustra la resistencia del hardware y los equipos que pilotean la misión y ofrece lecciones cruciales para futuros proyectos de exploración interestelar.

Hoy en día, la Voyager 1 continúa abriéndose camino a través de la inmensidad del espacio interestelar, ampliando las fronteras del conocimiento humano. La sonda sigue siendo el ejemplo por excelencia de exploración espacial audaz y de ingenio ilimitado frente a los desafíos que presenta el universo.

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