El número de muertos por el derrumbe de un edificio ocurrido el pasado lunes en la localidad de George, en el sur de Sudáfrica, ascendió a doce muertos, mientras que 41 personas siguen atrapadas, revelaron este viernes las autoridades locales.
“Las operaciones de rescate que superaron las 90 horas permitieron recuperar a 40 trabajadores, de los cuales 12 murieron, tres personas más que el jueves”, afirmó el ministro provincial de Medio Ambiente y Planificación, Antón Bredell, en una rueda de prensa.
Por su parte, la portavoz del municipio de George, Chantel Edwards, señaló que los rescatistas han comenzado a utilizar equipos de demolición para levantar las losas de hormigón que actualmente obstruyen el acceso a los niveles inferiores del sitio de construcción.
Tras señalar que la decisión de utilizar equipos de demolición pesados no se toma a la ligera, señaló que la estabilidad del lugar representa una amenaza para la seguridad del personal de emergencia.
El jueves, las autoridades locales dijeron que el número de trabajadores que se encontraban en el lugar en el momento del colapso había sido revisado al alza a 81, en lugar de los 75 anunciados anteriormente.
Mario Ferreira, de la organización Gift of the Givers, dijo que era poco probable que la situación mejorara en los próximos días, argumentando que la misión de rescate avanzaba lentamente debido a la sensibilidad del terreno.
Dada la magnitud de la catástrofe, el presidente Cyril Ramaphosa ha pedido que se investiguen las causas de esta nueva tragedia que ha enlutado a la provincia del Cabo Occidental. “Las investigaciones sobre las causas del incidente deben tener como objetivo evitar que se repita este desastre”, declaró la Presidencia.
