El cardenal Pedro Rubiano Sáenz, arzobispo emérito de Bogotá, falleció el lunes 15 de abril, a la edad de 91 años, en la capital colombiana. Nacido en Cartago, en el Valle del Cauca, el 13 de septiembre de 1932, fue ordenado sacerdote el 8 de julio de 1956. El 2 de junio de 1971 fue nombrado obispo de Cúcuta y recibió la ordenación episcopal el 11 de julio siguiente. Ascendido a coadjutor de la archidiócesis de Cali el 26 de marzo de 1983, lo sucedió por coadjutor el 7 de febrero de 1985. El 27 de diciembre de 1994 fue trasladado a la sede metropolitana de Bogotá. De 1990 a 1996, luego de 2002 a 2005, fue presidente de la Conferencia Episcopal Colombiana. Durante el Consistorio del 21 de febrero de 2001 —mismo en el que fue creado cardenal Jorge Mario Bergoglio— fue creado y publicado cardenal con el título de la Transfiguración de Nuestro Señor Jesucristo. Participó en el cónclave de abril de 2005 que eligió al Papa Benedicto. xvi . El 8 de julio de 2010 renunció al cargo pastoral de la Arquidiócesis de Bogotá. Al enterarse del fallecimiento del cardenal, el Papa Francisco envió el siguiente telegrama al cardenal Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá:
Habiendo recibido la triste noticia del fallecimiento del Cardenal Pedro Rubiano Sáenz, Arzobispo emérito de este distrito eclesiástico, deseo expresar mi más sentido pésame a todos los miembros de esta Iglesia particular, a los familiares y a todos los participantes en el funeral.
Al ofrecer una oración de intención por el eterno descanso de este abnegado pastor que con su dedicación y trabajo entregó su vida por el bien de la Iglesia, lo encomiendo a la maternal intercesión de la Virgen de Chiquinquirá, y afectuosamente dar una reconfortante bendición apostólica como signo de fe y esperanza en Cristo Resucitado.
Francisco
