Realizar pedidos en línea desde sitios extranjeros a menudo le permite obtener grandes ahorros. Sin embargo, ciertos costes adicionales desconocidos pueden hacer que la factura se dispare en el momento de la entrega.
Las compras en línea se han convertido en algo común y están especialmente en pleno apogeo durante la temporada navideña. Gracias a Internet es más fácil que nunca encargar productos del extranjero, que a menudo tienen precios muy atractivos. Pero tenga cuidado, para los productos enviados desde países fuera de la Unión Europea, se pueden aplicar impuestos y tarifas adicionales y aumentar rápidamente la factura.
La mayoría de las veces, estos costes adicionales los integra directamente el proveedor en los precios de venta y, por tanto, son pagados por el cliente al validar la compra. Sin embargo, en el momento de la entrega puede aplicarse una categoría de gastos un tanto especial, reservando así una sorpresa desagradable al comprador, que no los había previsto. Y como el propio vendedor suele desconocer estos costes, no puede informar a su cliente con antelación.
Para los pedidos online enviados desde un país fuera de la UE, pueden aplicarse tres tipos de costes adicionales: Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA), derechos de aduana y, finalmente, “tasas aduaneras”. Si las dos primeras categorías son bien conocidas por los consumidores y a menudo se anuncian de forma transparente durante la compra, la tercera es, sin embargo, más confusa y puede variar mucho según el operador.
En cuanto al IVA, las reglas son bastante claras: desde el 1 de julio de 2021, el IVA se aplica a todas las ventas online, a partir del 1er euro. La mayoría de las plataformas y comerciantes en línea que realizan envíos a la UE incluyen el IVA en los precios de venta, en particular a través del mecanismo de ventanilla única de importación (IOSS). Al finalizar el pedido, simplemente asegúrese de que el IVA esté incluido para evitar costes adicionales a la llegada.
Cuando se trata de derechos de aduana, las cosas se complican un poco. Si están exentos los pedidos con un valor inferior o igual a 150€, estarán sujetos a ella todos aquellos superiores a esta cantidad. El importe de los derechos de aduana varía según la naturaleza y el país de origen de las mercancías. Los vendedores serios normalmente conocen los derechos de aduana aplicables a sus productos según el país de destino y los añaden al precio de venta al realizar el pedido.
Finalmente llegan los famosos “tarifas aduaneras” y se arma un gran lío. Al contrario de lo que sugiere su nombre, no se trata de impuestos que aplican los servicios aduaneros del país de entrega, sino de gastos de gestión que cobra el transportista por realizar los trámites aduaneros. Y como indica muy claramente la administración de aduanas en su sitio: “Los transportistas fijan sus precios libremente y no siempre ofrecen los mismos servicios”.
Para ver las cosas con un poco más de claridad y anticipar los posibles “gastos de aduana” que habrá que pagar en el momento de la entrega, es necesario consultar las listas de precios de los diferentes transportistas. En La Poste, por ejemplo, la lista de precios de gastos de gestión 2024-2025 nos dice que el precio depende del tipo de envío (Colissimo o carta clásica) y del método de pago elegido: 2 € o 5 € por envío para un pago online, y 8€ por envío en concepto de pago al cartero o en punto de recogida.
Otro ejemplo de DHL. Esta vez, el arancel de los servicios aduaneros aplicable a partir del 1 de enero de 2025 es mucho más amplio: 7 € por envío para un envío que contenga más de 5 mercancías en el mismo paquete, 10 € por envío para la declaración estándar de exportación o incluso 50 €. por envío para la “declaración excepcional” que se aplica a determinadas “mercancías excluidas del despacho de aduana estándar”. Y la lista continúa.
Como vemos, el alcance de estos “tasas aduaneras” es especialmente amplio, además de vago, y los rangos de precios varían considerablemente de un transportista a otro. Si tiene previsto realizar compras online en sitios que envían sus productos desde países fuera de la UE, esté especialmente atento a este punto y consulte atentamente las secciones “gastos de gestión”, “tasas aduaneras” o incluso “servicios aduaneros” en la lista de precios de el proveedor de servicios responsable de la entrega.