Una batalla legal de dos años entre dos titanes de la tecnología amenaza con interrumpir la ola emergente de nuevas computadoras personales impulsadas por inteligencia artificial, según ejecutivos y expertos de la industria tecnológica.
La semana pasada, en la feria comercial anual Computex en Taipei, el director ejecutivo de Qualcomm, Cristiano Amon, se unió a una audiencia de ejecutivos de Microsoft, Asus, Acer y otras compañías para presentar una nueva generación de computadoras personales con inteligencia artificial.
Pero la conversación principal entre los asistentes a la conferencia fue sobre cómo una disputa contractual entre Arm Holdings y Qualcomm, que trabajan juntos para fabricar los chips que alimentan estas nuevas computadoras portátiles, podría detener abruptamente la entrega de nuevas PC que, según las compañías líderes de la industria, se espera que generen miles de millones. de dólares a Microsoft y sus socios.
Según proyecciones aproximadas, Microsoft espera hacerse con alrededor del 5% del mercado con portátiles basados en tecnología Arm para finales de año, vendiendo entre 1 y 2 millones de unidades.
Se espera que casi dos docenas de modelos de Microsoft, Dell y Samsung se envíen a los consumidores el 18 de junio.
Una victoria de Arm en esta disputa podría obligar a Qualcomm y sus aproximadamente 20 socios, incluido Microsoft, a interrumpir las entregas de los nuevos portátiles.
“Este es un riesgo real”, dijo Doug O’Laughlin, fundador de la firma de análisis financiero Fabricated Knowledge, que se especializa en microchips. “Cuanto más éxito tengan las computadoras portátiles, más regalías podrá cobrar Arm.
La empresa británica, participada mayoritariamente por el grupo japonés SoftBank, demandó a Qualcomm en 2022 por no negociar una nueva licencia tras adquirir una nueva empresa. La demanda se centra en la tecnología que el diseñador de chips móviles Qualcomm adquirió de una empresa llamada Nuvia, fundada por ingenieros de chips de Apple, y que compró en 2021 por 1.400 millones de dólares.
Arm crea la propiedad intelectual y los diseños que vende a empresas como Apple y Qualcomm, que los utilizan para fabricar chips. Nuvia había planeado diseñar chips de servidor basados en licencias Arm, pero después de cerrar la adquisición, Qualcomm reasignó el equipo restante al desarrollo de un procesador para portátiles, que actualmente se utiliza en la última PC inteligente de Microsoft, llamada Copilot+.
Arm dijo que el diseño actual planeado para las computadoras portátiles Copilot+ de Microsoft es un descendiente técnico directo del chip Nuvia. Arm dijo que canceló la licencia de estos chips.
“La queja de Arm contra Qualcomm y Nuvia busca proteger el ecosistema de Arm y los socios que dependen de nuestra propiedad intelectual y diseños innovadores y, por lo tanto, hacer cumplir la obligación contractual de Qualcomm de destruir y dejar de usar los diseños de Nuvia derivados de la tecnología Arm”, dijo un portavoz de Arm.
Qualcomm dijo que su licencia ampliada para la tecnología Arm ya cubría sus chips para PC, y un portavoz de Qualcomm dijo que su posición no había cambiado desde que Arm presentó la demanda en 2022.
“La denuncia de Arm ignora el hecho de que Qualcomm tiene derechos de licencia amplios y bien establecidos que cubren sus procesadores personalizados, y estamos seguros de que estos derechos se mantendrán”, dijo la asesora general de Qualcomm, Ann Chaplin, en un comunicado de prensa de 2022.
AMIGOS ENEMIGOS
A este conflicto legal se suma otra capa de complejidad, ya que el acuerdo exclusivo para suministrar chips a los fabricantes de portátiles expira este año, abriendo el mercado a los competidores de Qualcomm.
Nvidia y Advanced Micro Devices están trabajando en chips, informó Reuters el año pasado. Otras empresas de diseño se unirán a la lucha y fabricarán chips para el nuevo esfuerzo de Microsoft, dijeron ejecutivos de la industria.
Sin embargo, dado que el primer lote de diseños de Windows para el nuevo programa de portátiles Copilot+ de Microsoft se basan en procesadores Qualcomm, la disputa es una corriente subterránea que existe pero que a menudo no se menciona en público.
A pesar de la pelea pública entre dos empresas que dependen una de otra para obtener ingresos y ganancias, algunos inversores y analistas creen que llegarán a un acuerdo mucho antes del juicio, que se espera que comience en un tribunal federal de Delaware en diciembre.
“Es bastante absurdo que Arm persiga a su segundo mayor cliente y Qualcomm esté siendo demandado por su mayor proveedor”, dijo Jay Goldberg, director ejecutivo de D2D Advisory, una firma de consultoría financiera y de estrategia. (Reporte de Max A. Cherney en San Francisco; escrito por Kenneth Li, Paul Simao y Aurora Ellis)
